Una válvula en el Corazón de María

El túnel de la polémi ca. Primero fueron los vecinos quienes alzaron sus voces contra el paso subterráneo de Corazón de María (distrito de Chamartín) porque se llevó por delante varios árboles y metros de aceras.Después, el edil de Obras, Enrique Villoria, dudó de su utilidad, y sólo puso como excusa el millar de plazas de aparcamiento que le acompañan. La obra costó 1.407 millones de pesetas. Con un año de retraso, el acceso fue inaugurado de forma peculiar el pasado mes de febrero. Como los vecinos seguían protestando por la apertura, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, estrenó el túnel sin bajarse del autobús.

En sus escasos seis meses de vida, las aguas no vuelven a su cauce. Y el paso subterráneo se ha anegado con las dos trombas de agua caídas en la ciudad, -la primera, a finales de junio, cuando quedaron coches atrapados, y la última, el pasado miércoles-.

Ayer, el departamento de Obras del Ayuntamiento ordenó instalar un parche: una válvula que contendrá los desbordamientos de los sumideros del túnel. Pero será una solución provisional, creen los operarios. "Hasta la próxima riada", aseguraron ayer varios trabajadores de la empresa constructora OCP, encargados de instalar el artilugio en el túnel. "Si la tromba de agua es fuerte, el túnel se volverá a inundar", señalaron.

La válvula de retención impedirá que el agua retroceda del colector a los desagües. Es ahí, en el desnivel entre esos dos puntos, donde el paso subterráneo sufre un defecto de fábrica, según comunicó la Concejalía de Medio Ambiente a la de Obras.

Los operarios achacaron el problema a la deficiente red de desagües de la ciudad y a la insuficiente capacidad de]. colector -dos metros de alto por uno de ancho- instalado bajo el paso subterráneo.

Con la válvula de retención, el agua no se desbordará por las rejillas del desagüe. Pero sí puede rebasar los tres metros de altura del pozo por donde pasa el colector que recoge el agua de las tuberías de López de Hoyos, Clara del Rey y Alfonso XIII.