Si los toros hablaran...

Si los toros hablaran, más de un taurino sería citado ante la Audiencia Nacional taurina, si la hubiere, y alguno, arrepentido cantaría y pondría colorado a medio mundo.Si los toros hablaran, no sería posible el fraude permanente del afeitado, realizado a la luz del día y con alevosía para desdoro de esta fiesta.El primero de la tarde fue devuelto oficialmente por inválido, que lo era, pero, a la vista de todos, lo echaron por afeitado. Sus pitones no presentaban sospechas; eran una barbería. Cómo sería la cosa, que remató en un burladero y se escobilló el pitón derecho.A continuación, se cayó a todo lo largo, tropezó el cuerno izquierdo en el albero y se partió en dos. Aquel animal era una escandalosa vergüenza para todos los que mantienen que los métodos de análisis no son fiables. Con afeitado tan burdo no es necesario ningún examen.

Lo que falta aquí es seriedad y dignidad, virtudes que escasean como el agua. Lo curioso, sin embargo, es que ni los veterinarios ni el presidente notaron nada. raro en el reconocimiento.

Como es fácil imaginar, toda la corrida mostró sospechas de afeitado. Así por ejemplo, lo evidenciaba el tercero de la tarde, un toro muy bravo en el caballo, con el que se enceló largo rato en un espectáculo insólito por infrecuente; embistió con codicia en banderillas, y fue encastado, variado y difícil en la muleta.

Jesulín se entregó en una faena de valor y técnica, y se jugó el tipo de verdad. Lo mató mal, pero su actuación fue de torero serio y maduro. Pues este toro presentaba evidentes sospechas de afeitado, lo que restó importancia a todo el que hacer del diestro.

Litri no tuvo su tarde a pesar de que era la única en la feria. Ventajista y desconfiado ante su soso y noble primero, se entregó en el otro sin resultado. positivo. Enrique Ponce sigue siendo un torero fácil, seguro y relajado ante los toros.

Sus faenas tuvieron momentos estéticos, pero adolecieron de unidad, muy vistoso con la mano derecha y, en unos ayudados por bajo, su labor pareció de la conjunción excisible en una figura de su categoría.