_
_
_
_
_

Rusos y chechenos desoyen la llamada de los sectores duros para volver a la lucha

Pilar Bonet

Representantes del Gobierno central de Rusia y de la república secesionista de Chechenia reanudaron ayer las conversaciones de paz en Grozni, pese a las intensas presiones de los sectores duros de ambas partes para reanudar las acciones bélicas con todas sus consecuencias. Las conversaciones, que se prolongan desde hace más de un mes, fueron interrumpidas inesperadamente el 25 de julio para que los negociadores pudieran consultar con sus superiores las dificultades surgidas en un diálogo que se ha atascado en tomo a la definición del futuro status de Chechenia.Usmán Imáiev, el jefe de la delegación chechena, llegó ayer con varias horas de retraso a la sede de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (CISCE) en Grozni, bajo cuyos auspicios se celebran las negociaciones. El antiguo ministro de Justicia y fiscal del régimen de Dzhojar Dudáiev culpó a los militares rusos de su demora, ya que, según dijo, éstos no habían aparecido a la hora prevista para garantizar el corredor de seguridad que debía permitir el desplazamiento de los chechenos.

Imáiev, que dijo haber estado esperando dos días, había despachado con Dzhojar Dudáiev y los comandantes militares en las montañas del sur de Chechenia mientras sus interlocutores rusos lo hacían con el jefe del Gobierno Víctor Chernomirdin en Moscú.

Las impresiones sobre las posibilidades de éxito de la ronda que se inició ayer (la quinta) han variado según las declaraciones de los distintos protagonistas de la situación. El distanciamiento del general Dudáiev de los negociadores y sus palabras críticas hacia ellos contribuyeron a moderar las expectativas de Arkadi Volski, el número dos de la delegación rusa, según el cual es posible firmar en los próximos días un acuerdo militar, que ya, está casi ultimado. Por su parte, Viacheslav Mijáilov, el ministro de las Nacionalidades de Rusia y jefe de la delegación negociadora del Kremlin, dijo que, además del borrador militar, llevaba a Grozni un borrador político, sin que quedase claro si si ello supone plantear de nuevo la definición del status de la república.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_