"Sufrimos una campaña internacional de desprestigio"
Defiende su gestión al frente del país: «Una situación como ésta no se soluciona en cuestión de meses, ni un año". En esta entrevista con EL PAÍS culpa de la mala imagen internacional de Venezuela a "gente que tiene relación con los antiguos gobernantes" que hicieron amigos a cargo de los dineros del petróleo. No da nombres, pues los considera "suficientemente conocidos".
El presidente venezolano, Rafael Caldera, de 79 años, considera que el esfuerzo efectuado por su Gobierno para estabilizar el sistema financiero y devolver la confianza en los bancos, después de una crisis que en 1994 consumió 7.500 millones de dólares y puso al país al borde del caos, bastaría para justificar la labor desarrollada en el año y medio transcurrido desde la investidura. Caldera, democristiano, que fue presidente entre 1969 y 1974 y es político de reconocida honestidad, denuncia la existencia de una campaña de desprestigio contra los intereses nacionales y subraya que heredó una situación caótica. "Una situación como ésta no se soluciona en cuestión de meses, ni un año", declara a EL PAÍS en una entrevista sostenida en su despacho del palacio de Miraflores. Cree, por otra parte, que el discurso del coronel Hugo Chávez, golpista en 1992, es peligroso y al recordar, los disparates cometidos durante el auge petrolero cita uno: "¿Usted cree que es justo que se le haya regalado un barco de navegación a Bolivia, país al que admiro, simplemente para manifestarle que nosotros queremos que tenga mar? El barco está anclado en Panamá". Pregunta. ¿Por qué tiene Venezuela tan mala imagen?
Respuesta. Sufrimos una campaña internacional de desprestigio de gente que tiene relaciones con los antiguos gobernantes que, gastándose el dinero del petróleo, pudieron ganarse muchas amistades. Los ataques son despiadados, injustos. Cualquiera que llegue a Venezuela guiado por esa propaganda se imaginaría una situación horrible, un país en desorden, desbaratado, y se encuentra que no es así. Tenemos problemas graves como los tienen todos y los estamos enfrentando.
P. ¿Sé atrevería a dar nombres?
R. Prefiero no dar nombres. Al fin y al cabo no me toca a mí, pero son suficientemente conocidos. Un día se molestaron mucho porque llamé traidores a la patria a los que van a reuniones de inversionistas a decir que no inviertan en Venezuela porque éste es un país que va al desastre, que está mal manejado...
P. Sin embargo, las cosas no deben andar muy bien cuando, en una encuesta, el 45% de los venezolanos quiere irse del país.
R. Que se quieren ir no, que preferirían. Para que usted vea hasta qué punto pueden ser fiables esas afirmaciones según esa encuesta, que publicó un diario que se caracteriza por su permanente ataque y negación a todo lo que el Gobierno hace, uno de los países para el cual quisiera irse la gente es para Colombia. Y resulta que uno de los problemas fundamentales que tenemos en Venezuela es la inmigración ilegal de colombianos, que vienen. en grandes cantidades.
P. ¿Y el alto índice de delincuencia dar violenta?
R. La estamos enfrentando con decisión, No nos podemos sentir felices porque las cifras hayan bajado, o haya 15 o 19 muertos en el área metropolitana en los fines de semana mientras que cuando llegamos había 50 muertes. Pero cuando hay atracos, como lamentablemente los hay en todas las ciudades del mundo, si se trata de una persona conocida eso repercute de una manera especial. La televisión, cuando hay algún hecho de violencia, se regocija tomando fotos, declaraciones de las víctimas. Todo esto crea una sensación de angustia e inseguridad. La lucha será larga.
P. ¿Cuando comenzara a progresar Venezuela?
R. Venezuela, en medio de todo, tiene una bendición de Dios que es el petróleo. Al fin y al cabo, aun cuando bajen los precios del petróleo, tenemos por allí un ingreso seguro, y la balanza comercial venezolana es positiva. Hemos aumentado las exportaciones considerablemente, hemos logrado el crecimiento de las exportaciones no petroleras, y en este semestre del año hemos tenido, por primera vez, un crecimiento positivo del PIB, 1,6%, después de cuatro semestres de saldo negativo. Esto nos indica que la tendencia se está revirtiendo. Ahora queremos recuperar la confianza.
P. ¿Está usted dispuesto a encajar el coste político de un programa de ajuste drástico?
R. Las medidas de shock son unas medidas muy duras, muy injustas y producen un resultado transitorio y aparentemente satisfactorio. En la doctrina neoliberal, el señor presidente Salinas de Gortari se nos presentaban como el modelo que debíamos seguir...
P. No se observan resultados concretos durante su gestión.
R. Es que no pueden obtenerse los resultados que se quieren en el tiempo de que se dispone. Resultó que la crisis del Banco Latino era apenas la punta del iceberg. Yo creo que ese solo hecho, ese solo esfuerzo, para los que conocen la situación, bastaría para justificar la labor que hemos tenido que realizar en este año y medio.
P. Usted es un hombre honesto, pero durante su presidencia se sigue robando.
R. Las raíces de la corrupción son profundas. Una de las cosas que yo he hecho ha sido designar, un comisionado para la vigilancia de la Administración pública. Le he dado al comisionado todos los poderes y he manifestado a todos los ministros y altos funcionarios del Estado que este comisionado tiene el derecho de revisar lo que sea y que están obligados a darle la información que él pida.
P. ¿Observa resultados?
R. Por mala voluntad de los que por alguna razón no están contentos con,el Gobierno actual, la mayor parte porque. han perdido privilegios que tenían, se trata de confundir a la gente y de decir que existe corrupción como existía antes. Yo lo niego con bases sólidas y pido que se denuncien con toda claridad y firmeza todos los hechos en los cuales realmente haya sospecha.
P. Aunque muchos problemas son heredados, es de suponer que algunos habrán sido cometidos por su Gobierno.
R. Yo no digo que lo que hayamos, hecho sea perfecto, pero dudo que otro Gobierno hubiera podido enfrentar con más éxito los problemas que como los hemos enfrentado nosotros. La situación era auténticamente caótica, una acumulación de factores adversos. Hemos logrado algo esencial: el mantenimiento de la paz y de la libertad.
P. Pero usted suspendió las garantías constitucionales.
R. Suspendimos las garantías constitucionales por razones económicas, y sin suspender la libertad de prensa, ni atentar contra ella en el más mínimo gesto, sin suspender la libertad de acción de los partidos políticos, ni la libertad de manifestación, ni la libertad de huelga.
P. La calle pide mano dura.
R. El problema fundamental es hacer la reforma de fondo que el país requiere manteniendo las instituciones.
P. ¿Nunca ha tenido tentaciones totalitarias?
R. He sido un estudioso de la historia de mi país y he visto en muchas ocasiones como, con muchas ilusiones, se han tornado medidas que han acabado, teóricamente, con las instituciones existentes; y después como todo eso, forzosamente, ha caído en situaciones negativas de los derechos humanos y de todas las libertades.
P. Sin embargo, el coronel. Hugo Chávez aún es popular.
R. Al señor Chávez lo puse yo en libertad haciendo usó de las atribuciones que me da la Constitución y la ley; estaba sometido a juicio por el alzamiento militar. Le devolví la libertad, el pleno uso de sus derechos, y hoy es uno de mis principales atacantes, sin que yo le haya hecho ningún mal. Pero creo que la gente se está dando cuenta de que lo que él dice y plantea no corresponde a las necesidades del país.
P. ¿Teme usted un golpe militar?
R. Los ataques que me hace Chávez son personales y gratuitos. Él no es claro. Ya que, por una parte, dice que no quiere un golpe militar, pero, por otro lado, tiene una teoría muy simple desde el punto de vista de su planteamiento y muy peligrosa desde el punto de vista de su contenido: que aquí va a haber un estallido social por la mala situación económica del país y cuando haya un estallido social tendrá que surgir alguien que recogerá las fuerzas sociales para orientarlas.
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