Crece el apoyo al Protocolo de Bioseguridad, pese a la oposición de EE UU, Australia, Alemania y Japón

La mayoría de los países africanos y asiáticos han expresado ya su apoyo al Protocolo sobre Bioseguridad para el control y liberación en el medio ambiente de organismos vivos modificados, cuyo borrador se discute esta semana en Madrid. El protocolo supondría una regulación legal con carácter internacional. Si finalmente se aprueba en Madrid, se someterá, en noviembre próximo, a la II Conferencia de las Partes en el Convenio de Diversidad Biológica, en Yakarta (Indonesia).Entre los países europeos hay posiciones diferentes. Los países nórdicos -que fueron los primeros en proponer el protocolo-, España o Austria se han manifestado a favor de él, pero el Reino Unido ha mostrado reticencias y Alemania se ha alineado junto a EEUU, Japón y Australia en una postura contraria a una regulación internacional, pues consideran que las legislaciones nacionales son suficientes para garantizar la seguridad de las modernas biotecnologías, incluída la ingeniería genética.

De todos modos, España está intentando aunar posiciones en favor del protocolo dentro de la Unión Europea que ha respaldado la candidatura de Madrid para ser sede del nuevo convenio de bioseguridad.

Un grupo de científicos independientes, presente en la Conferencia de Madrid, con una posición muy crítica respecto a la ingeniería genética, propuso ayer que se prohíba la exportación de organismos modificados genéticamente si existen riesgos en el país importador y que se advierta con antelación de su liberación.