Seis muertos en un atentado suicida de Hamás que retrasa el acuerdo de autonomía palestino

VíCTOR CIGYELMANEl acuerdo para ampliar la autonomía palestina a la Cisjordania ocupada debería de ha berse firmado hoy, aunque se preveía un pequeño retraso. Sin embargo, Hamás, que se opone de forma visceral al proceso de paz, fue puntual a la sangrienta cita con la que siempre trata de impedir cualquier avance hacia un acuerdo palestino-israelí. Eran las 8.37 horas y el autobús número 20, con una cuarentena de pasajeros a bordo, se dirigía hacia el gran mercado de Tel Aviv. De pronto, una terrible explosión sacudió el aire y una inmensa nube de humo negro envolvió los gritos, llantos y llamadas de socorro de los heridos. Cinco israelíes, y el suicida de Hamás que accionó la bomba murieron en el acto.

El primer ministro israelí, Isaac Rabin, anunció que las negociaciones para la retirada del Ejército israelí de Cisjordania y la autonomía de esta zona se posponen hasta después del funeral por las víctimas del atentado. . .La explosión detuvo en seco al autobús ante el edificio de la Bolsa de diamantes. Decenas de personas acudieron ' de inmediato a prestar ayuda a los heridos. Igal, de 45 años, propietario de un pequeño café a menos de 30. metros del atentado, cuenta: "Estaba poniendo las servilletas sobre las mesas cuando escuché el bombazo. 'Otro atentado', me dije, y corrí hacia el autobús en llamas. El fuego se extinguió rápidamente por sí mismo. En el interior del autobús aparecían los muertos y los heridos en un espectáculo horrible.. He visto la cabeza de una joven sin el cuerpo. Un viejo pernianecía sentado, partido en dos y sin vida. Un' niño colgaba retorcido entre dos asientos... Comencé a ayudar a los heridos, pero, afortunada mente, las ambulancias llegaron inmediatamente, dos o tres minutos después de la explosión".

Ezra, trabajador de una autoescuela, se encontraba a tres metros por detrás del autobús con una alumna. "Había un espacio en la parte, derecha del autobús y le dije a la chica que avanzara. Me respondió que era demasiado estrecho y que prefería esperar detrás del vehículo. Si me hubiera hecho caso y hubiese avanzado dos o tres metros ahora no podría contar esta historia".

Las muertos en el acto fueron seis, incluido el terrorista suicida. Los 33 heridos fueron transportados hacia diversos hospitales. Tres de ellos se encontraban en estado crítico, y otros cinco muy graves. Anoche no se descartaba que alguno de ellos perdiera también la vida.

Después de cinco meses de calma, los terroristas han vuelto a golpear una vez más en el corazón mismo de Israel. El Movimiento- de Resistencia Islámica (Hamás) reivindicó la autoría del atentado, pero no se sabe si el. suicida vino de Gaza, que se encuentra bajo la autoridad palestina, o de Cisjordania, aún bajo el control militar de Israel. La investigación está en curso y una cosa es clara: la carga explosiva detonada en el autobús número 20 era más, pequeña que la que destruyó el autobús número :5 hace seis meses.

Los expertos hablan de un tubo relleno con unos cuatro kilos de explosivos. Esto explica por qué el autobús de ayer no resultó hecho añicos, sino sólo parcialmente destruido, por la explosión.

Yasir Arafat ha presentado sus condolencias a Isaac Rabin y ha condenado. vivamente el atentado, ".contrario a los intereses del pueblo palestino" y que "quiere torpedear el proceso, de paz". El embajador de Jordania en Tel Aviv, en nombre del rey Hussein, condenó a los autores del "cobarde atentado cuyo principal objetivo es destruir el proceso de paz". El jeque Abdalá Nimr Darwish, líder del Movimiento Islamista en Israel, también condenó sin reservas el atentado e hizo un llamamiento a las dos partes, palestinos e israelíes, a no solamente continuar, sino a acelerar las negociaciones, "puesto que una vida humana vale más que una parcela de tierra aquí o allá".

Según los expertos de seguridad israelíes, es falso pensar que Hamás o Yihad Islámica habían alcanzado un acuerdo explícito o tácito con la OLP, que dirige Yasir Arafat, por el que se comprometieran a no perjudicar las negociaciones encaminadas a poner fin a la ocupación israelí. La tranquilidad relativa de estos meses es el resultado de una actividad intensa de los servicios de seguridad israelíes y 'palestinos, que han logrado desarticular más de un atentado. '

Nada más cometerse el atentado, Rabin ordenó cerrar a cal y canto los accesos a Gaza y Cisjordania, con lo que , más de 30.000 obreros palestinos se ve rán impedidos de asistir a sus trabajos. Más de un centenar de opositores al Gobierno se con centró en las inmediaciones, del lugar donde ocurrió el ataque y gritó consignas contra el Gobierno y contra. el proceso de paz. La policía israelí se vio obligada a detener a algunos de ellos.