Doce personas han muerto ya en España por las altas temperaturas llegadas de golpe
Los meteorólogos consideran que los valores térmicos son normales para esta época
Doce personas -once en Sevilla- han muerto ya en España por la ola de calor. En las últimas horas se han registrado seis defunciones, cuyo rasgo común son la avanzada edad y las patologías crónicas. 53 personas permanecen ingresadas en hospitales andaluces. En Madrid, el pasado miércoles murió por un golpe de calor un hombre de 47 años cuando paseaba con su perro. Sin embargo, para los meteorólogos, las actuales temperaturas son normales para estas fechas, pese a la psicosis social derivada de las recientes imágenes catastróficas de centenares de fallecimientos por el calor en EE UU.
Sevilla, al igual que toda la cuenca del Guadalquivir, está viviendo estos últimos días un rosario de desmayos y lipotimias a causa de las altas temperaturas. Pero son las personas mayores las que se están llevando la peor parte.Una mujer de 70 años falleció poco antes de la medianoche del miércoles en el Hospital Virgen Macarena. En el mismo centro permanecen ingresadas otras tres personas: un joven ciclista de 20 años que evoluciona favorablemente pese a hallarse aún en la UCI, una mujer de 88 años que permanece en observación y que ingresó aquejada de deshidratación, y un agricultor de 52 años al que le sobrevino una hipertermia -subida brusca de la temperatura corporal- mientras trabajaba en el campo.
Otras dos muertes se produjeron de madrugada en el Hospital Virgen del Rocío. En ambos casos se trataba de personas de edad avanzada que padecían patologías crónicas. El mismo centro acoge a 13 pacientes en estado no grave, otros cuatro se encuentran en situación crítica y uno subsiste gracias a la ventilación mecánica. El Hospital de Valme registró también una muerte ayer, con las mismas características que las anteriores. Dos personas de 81 años tuvieron que ser ingresadas en este centro aquejadas de una infección urinaria que se vio agravada por el efecto del calor. Además, el servicio de Emergencias 061 atendió en su domicilio a una mujer de 84 años, que murió a los pocos minutos con una temperatura corporal de 40 grados.
Turistas agobiados
Los sevillanos, con su experiencia, se mueven. aprovechando los itinerarios con sombra, pero los turistas, en cambio, andan más despistados, informa Enrique Chueca. Sudorosos y medio asfixiados, apenas consiguen balbucear cuatro palabras: "Calor, hace mucho calor", dicen desmayadamente. En el hotel aconsejararon a una pareja de nórdicos que dejaran para la tarde su recorrido por el parque María Luisa. Los cocheros coinciden en que la gente exagera. "Hace el mismo calor de todo los veranose". Uno, de más edad, recurre a la memoria: "Me acuerdo que el año que Perico Delgado ganó el Tour se llegó a los 52 grados. Eso sí que tuvo guasa".
En Córdoba, donde se produjo la última víctima mortal del calor, cuatro personas están ingresadas en observación en el Hospital Reina Sofía, todas con edades comprendidas entre los 50 y los 80 años. Un quinto paciente permanece en la UVI, aunque los médicos esperan trasladarlo hoy a una habitación. Otra persona se halla hospitalizada en Jerez de la Frontera (Cádiz) por un golpe de calor.
La directora general de Salud Pública de la Junta, María Antigua Escalera, recomendó ayer evitar las exposiciones innecesarias al sol y alertó sobre la necesidad de mantenerse, especialmente los niños pequeños, en lugares frescos y ventilados.
En Madrid, el pasado miércoles falleció Juan Blázquez Jiménez, de 47 años, cuando paseaba con su perro a las 13,15 por el Parque de las Naciones, informa Luis Fernando Durán. Según los médicos, sufrió un golpe de calor que desembocó en un fulminante paro cardiaco. Entre la noche del miércoles y el mediodía de ayer, cinco ancianos madrileños. fueron ingresados en varios hospitales con síntomas de deshidratación. El estado de uno de ellos continúa siendo grave.
En distintos puntos del País Vasco los termómetros coloca dos al sol superaron el miércoles los 40 grados de máxima, algo no muy habitual al borde del Cantábrico, pero aún lejos de convertirse en una ola de calor que resulte peligrosa para la salud. Las nubes que a mediodía de ayer entraron por la costa acabaron por refrescar el ambiente y las temperaturas volvieron a situarse por debajo de los 30 grados en Bilbao y San Sebastián, informa Eva Larrauri.
Como todos los años
Los metereólogos españoles ven poco de excepcional en la presente situación. "Esto ocurre todos los años", dice Feliciano Díaz, jefe de Predicción del Instituto Nacional de Metereología, informa Europa Press. "Pero a veces sólo se prolonga uno o dos días Y los efectos son pasajeros, porque cualquier perturbación que atraviese cerca de territorio español cambia el cuadro. Ahora la ola se mantiene ya aproximadamente una semana". Díaz considera que la repercusión social de esta ola tiene que ver con el efecto alarmista derivado de los centenares de fallecimientos producidos por el calor en el este de Estados Unidos, aunque ambas situaciones nada tienen que ver.
También rechaza Díaz que el calor pueda relacionarse con el supuesto recalentamiento de la atmósfera y el cambio climático. "A primeros de este mismo mes de julio", recuerda, "se dio la situación inversa, con temperaturas sensiblemente por debajo de las normales, motivadas por una acusada inestabilidad que provocó fuertes tormentas". La ola de calor es persistente, pero no excepcional, según aseguró ayer el Instituto Nacional de Metereología. Las previsiones apuntan a que la situación puede prolongarse aún varios días, pero los márgenes térmicos resultan normales para esta época veraniega. Incluso todavía no se ha llegado a las temperaturas registradas en 1994, en el verano más caluroso de los últimos tres decenios: el día 4 de julio del pasado año los termómetros marcaron en Alcantárilla (Murcia) 46,1 grados y 45,7 en la capital murciana.
En 1995, el récord se registró el pasado miércoles en Sevilla, con 44 grados (pero la mayor temperatura del siglo sigue siendo 45,2 grados, y 46,6 en Córdoba). En Madrid ese día hizo 38,6 grados, pero la máxima fue el 4 de julio de 1949, con 39, 1.
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