Clinton trata de evitar a toda costa que el Senado levante el embargo de armas
La Administración norteamericana hace desesperados esfuerzos para evitar que el Senado apruebe una ley que obligaría a EE UU levantar el embargo de armas a los musulmanes en Bosnia y, como consecuencia, echaría por tierra toda la estrategia de Occidente en ese conflicto. La propuesta, que ya ha comenzado a ser debatida, podría ser votada esta misma semana, y cuenta con altas posibilidades de ser aprobada, incluso con los dos tercios necesarios para que el presidente no la pueda vetar.A la espera de una decisión sobre ese delicado aspecto, Bill Clinton prosiguió ayer sus contactos con los líderes europeos a la búsqueda de una acción común en Bosnia. El presidente norteamericamo habló por teléfono con su homólogo francés, Jacques Chirac, y con el primer ministro británico, John Major. Fuentes de la Casa Blanca dijeron que los tres intercambiaron "diversas ideas" sobre cómo reforzar militarmente a los cascos azules presentes en el territorio de Bosnia, pero no dieron mayores detalles.
A la vista de las diferencias existentes en días anteriores, es improbable que el compromiso norteamericano al respecto pueda ser mayor que el de facilitar apoyo logístico y cobertura aérea a la Fuerza de Reacción Rápida europea, en el caso de que ésta decida proteger los enclaves musulmanes. Pero, incluso para un acuerdo como ese, Estados Unidos exigía que se autorizasen bombardeos aéreos de la OTAN para destruir los baterías serbias antes de que helicópteros norteamericanos entrasen en acción.
Todo este difícil encaje de bolillos entre EE UU y Europa para tratar de salvar la cara en Bosnia puede venirse abajo si el Senado aprueba finalmente el levantamiento de armas a los musulmanes, que ya obtuvo anteriormente la luz verde de la Cámara de Representantes. Con el respaldo del líder republicano en el Senado, Robert Dole, esa propuesta, si surge con carácter de ley, obligaría a EE UU a tomar esa polémica decisión unilateralmente.
El secretario de Estado, Warren Christopher, que ayer se entrevistó en Washington con el secretario del Foreign Office británico, Malcolm Rifkind advirtió: "Si el embargo de armas es levantado unilateralmente nuestros aliados nos han dicho que la misión de Unprofor dejará de ser viable y tendrían que retirarse. Esa es una situación que no quiero ni imaginar porque produciría sin duda fricciones con nuestros aliados". Rifkind ratificó las palabras de Christopher.
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