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GUERRA EN LOS BALCANES

La infantería serbia acecha a las puertas de Zepa

ÁNGEL SANTA CRUZ ENVIADO ESPECIALCon la OTAN sobrevolando ritualmente el escenario de la batalla, las tropas serbias han iniciado con carros de combate e infantería su aparente asalto final contra el pequeño enclave bosnio de Zepa, al sur de la conquistada Srebrenica, donde se refugian alrededor de 15.000 personas. El ataque contra la segunda zona protegida de la ONU -cuya situación era "desesperada" a última hora de la tarde de ayer, según la ONU- comenzó al alba. Como en una repetición a escala de lo ocurrido el martes en Srebrenica, los tanques serbios se hallaban al atardecer a unos centenares, de metros de la localidad.

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Paz a cambio de enclaves

En la batalla por Zepa están interviniendo, "en número significativo" según un portavoz de las Naciones Unidas, unidades de infantería que han cruzado por el nordeste el pequeño río Rijeka. Los cascos azules ucranios se han refugiado en sus instalaciones, desde cuyo perímetro intenta defenderse con fuego de mortero la guarnición gubernamental bosnia.La nueva ofensiva se produce cinco días después de que las fuerzas de Radovan Karadzic expulsaran de Srebrenica a las más de 40.000 personas que habían buscado allí la protección de los cascos azules. Los soldados serbios se han ido concentrando en tomo a Zepa durante las últimas 48 horas, coincidiendo con una sistemática preparación del terreno por parte de su artillería. El líder serbobosnio, Radovan Karadzic, declaró que los enclaves musulmanes debían desaparecer de grado o por la fuerza, pero añadió que sus tropas no los asaltarían si no eran antes atacadas desde dentro (véase EL PAÍS de ayer).

Zepa, unos 20 kilómetros al sur de Srebrenica está simbólicamente protegida por 79 soldados ucranios de la ONU, que han sido bloqueados en su acuartelamiento por las tropas gubernamentales encargadas de defender el enclave.

Los soldados bosnios penetraron en la madrugada del domingo en tres puestos de observación de los cascos azules y se apoderaron de su armamento ligero, al igual que sucedió en la cercana Gorazde días atrás. Las tropas ucranias tuvieron que inutilizar sus tres últimos blindados para evitar que cayeran en manos de las fuerzas de Sarajevo, como ya ocurrió, la víspera con otros seis vehículos.Silencio en Pale

Pale no dice ni una palabra sobre la marcha de las operaciones militares, y el mando serbio mantiene cortadas desde hace tres días todas las carreteras en las áreas circundantes a Srebrenica y Zepa. Los preparativos del asalto al más pequeño de los enclaves musulmanes no son la única razón del bloqueo.

Grupos de soldados gubernamentales bosnios abandonaron Srebrenica antes de su caída y han conseguido penetrar en Zepa para participar en su defensa, según admitió ayer oficiosamente Jovan Zametica, consejero de Karadzic. Fuerzas especiales serbias han participado en los últimos días en la búsqueda de las unidades bosnias, que podrían sumar alrededor de doscientos hombres. Fuentes de la ONU evalúan en un millar el número de bosnios bosnios musulmanes organizados y armados para defender el enclave de Zepa de las fuerzas serbobosnias.

El Gobierno de Pale ha difundido oficialmente una versión según la cual las autoridades civiles de Zepa habrían mostrado su disposición a colaborar con los asaltantes, con tal de que la ciudad no fuera tomada por las armas y se permitiera a su población seguir viviendo en ella. El requisito previo sería la improbable rendición de los soldados bosnios que defienden el enclave. Sin embargo, los habitantes de Zepa difundieron ayer una carta a través de la radio bosnia en la que piden protección al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Los sitiadores serbios, que aparentemente no desean ofrecer al mundo en menos de una semana un segundo espectáculo de depuración étnica como el de Srebrenica, con miles de personas atravesando a pie y de noche las líneas de combate, aseguran estar dispuestos a permitir la permanencia de los musulmanes refugiados después de limpiar de armas el agonizante enclave.

Representantes de la Cruz Roja Internacional, que dicen no saber "cuántos son ni dónde están" los detenidos, negociaban ayer en la capital serbobosnia las modalidades de acceso a estos refugiados. "No tenemos nada que ocultar", dijo Jovan Zametica, "y son tratados conforme a lo previsto en la convención de Ginebra para los prisioneros de guerra".El sobrevuelo de los aviones de la Alianza Atlántica sobre el enclave fue solicitado por el comandante de los cascos azules ucranios, según confirmaron fuentes de las Naciones Unidas en Sarajevo. Pero la amenza de un ataque aéreo de la OTAN volvió a quedar en papel mojado mientras los blindados allanaban el camino a la infantería serbia en los arrabales de Zepa.[Mientras, dos personas murieron en Sarajevo y otras dos en la ciudad croata de Osijev por proyectiles de mortero lanzados por fuerzas serbias, informa Reuter.]

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