Un antiguo oficial del KGB denuncia un compló para asesinar a los líderes reformistas rusos
Un grupo de oficiales del antiguo KGB -el terrible órgano de la seguridad soviética- ha fundado una organización terrorista clandestina dispuesta a asesinar a los políticos "corruptos y vendepatrias " Así lo asegura el popular diario Komsomólskaya Pravda, el de más tirada en Rusia (2.210.000 ejemplares), tras entrevistar a un miembro de esta banda terrorista conocida con el nombre de Félix. Encabezan la lista de candidatos a morir el primer ministro, Víktor Chernomirdin, y el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, seguidos por un grupo de financieros y de periodistas.
La organización patriótica terrorista Félix fue fundada en 1991 por un grupo de oficiales del KGB y de la Dirección General de Espionaje del Ejército, "que temía que las nuevas autoridades democráticas comenzaran a destruir planifica áamente los servicios secretos", escribe el diario, que publica también una entrevista con un Miembro de la organización te irrorista. Komsomólskaya Pravda advierte en su artículo titulado Matar a Chernomirdin que no publica este material llevado por el sensacionalismo, sino por el "deseo de contribuir a parar la ola de terror que, al parecer, puede golpear a los altos funcionarios del país". La organización terrorista es conocida por el nombre de Félix en honor al primer jefe de la policía secreta bolchevique, Félix Dzerzhinski, cuya estatua dominaba la plaza frente a la sede del KGB en Moscú hasta que fue desmontada por las masas el 22 de agosto de 1991, cuando fracasó el intento de golpe de Estado contra el en tonces presidente soviético, Mi jaíl Gorbachov.60 oficiales
Félix, al mando de un general, reúne en sus filas a más de se senta oficiales -desde coman clantes hasta coroneles- de los servicios secretos, cuyas edades ciscilan entre los 31 y los 41 años. La mayoría de ellos hoy no sirven en los órganos de. se guridad y espionaje, sino que trabajan en otras instituciones, incluidos bancos y centros de investigación. Algunos de ellos en la época soviética sirvieron en la Dirección A de la Primera Dirección General del KGB, que preparaba actos de sabotaje y terror en el extranjero.
El grupo terrorista, según Vladímir, el miembro entrevistado por Komsomólskaya Pravda, se ha dedicado, por el momento, a llamar la atención sobre el hecho de que Rusia se ha convertido en un punto de tránsito de drogas y para ello ha hecho llegar a los principales diarios materiales al respecto, que han sido ampliamente reproducidos. Ahora, sin embargo, debe comenzar otra etapa, para la cual preparan escuadrones de la muerte que tendrán la tarea de liquidar a una serie de conocidadas personalidades. "Si en el curso de este año no se toman medidas eficaces para cesar la desintegración del Estado y de sus estructuras de fuerza, si no se toman medidas para luchar contra los funcionarios y banqueros que cumplen encargos criminales de Occidente", estos escuadrones de la muerte "asumirán la misión de liquidar fisicamente a los iniciadores de los procesos destructores". "Se trata, en primer lugar, de Chernomirdin y sus protegidos en los círculos financieros. Después, del grupo moscovita encabezado por Filip Denísovich [Bobkov, ex primer vicepresidente del KGB de la URSS, que hoy trabaja para el grupo financiero Most]. También serán liquidados los hombres que él controla: el alcalde Luzhkov y el jefe del Banco Most, Vladímir Gusinski. También pueden ser asesinados algunos periodistas de tendencia [liberal]: Alexandir Minski, Yevgueni Kiseliov, Andréi Karaúlov", sostiene Vladímir.El mismo Chernomirdin mostró "sorpresa" al leer el artículo, según dijo su portavoz, Serguéi Kolésnikov, quien agregó que el asunto no le parecía serio y que en el Gobierno no tenía informaciones sobre el funcionamiento de un grupo terrorista de esas características.
El presidente Yeltsin nombró ayer miembros del Consejo de Seguridad al flamante ministro del Interior, Anatoli Kulikov, y a Víktor Mijáilov, ministro de Energía Atómica. Al tiempo, perdieron su calidad de miembros de esta institución Víktor Yerin, antecesor de Kulikov y ahora vicedirector del Servicio Federal de Espionaje, y Serguéi Stepashin, ex jefe de los órganos de seguridad.
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