Acuerdo del Gobierno español con Kuwait por el que KIO vuelve a invertir en España
Los Gobiernos de España y Kuwait han alcanzado un acuerdo por el que Kuwait Investment Office (KIO) vuelve a invertir en España. El pacto afecta esencialmente a las empresas del grupo Torras (a través del que tiene las participaciones KIO): la papelera Torras Papel, la azucarera Ebro y la química Ercros. Kuwait invertirá 18.000 millones en esas empresas y a cambio Torras Papel recibirá un préstamo de 15.000 a millones de España. El acuerdo, firmado el pasado 15 de junio en El Cairo por Antonio Zabalza, director del gabinete de la Presidencia del Gobierno, y Rachid al Bader, director ejecutivo de la Agencia Kuwaití de Inversiones (KIA), comporta un cambio de estrategia del grupo.
El acuerdo supone también una redefinición de la estrategia de, los kuwaitíes hacia sus inversiones en España. Tras la concreción de los compromisos financieros adquiridos por ambas partes en El Cairo, KIO iniciará un proceso de sustitución < de sus posiciones gestoras en sus participaciones -práctica que sólo habían desarrollado en España- por inversiones- financieras sin responsabilidad de gestión.La nueva inversión de los kuwaitíes se efectuará por una doble vía: capitalización de cuatro préstamos de sociedades de KIO a empresas españolas e inyección directa de otros 3.000 millones de pesetas. Los préstamos habían sido concedidos anteriormente por tres sociedades de KIO -Grupo Torras, Torras Hostench London Limited y Paltor- por un valor de 4.500 millones de pesetas.
El cuarto préstamo, por unos 10.000 millones de pesetas, había sido facilitado por el, Bank of America. El banco norteamericano tenía como garantía de ese crédito 10 millones de acciones de la azucarera Ebro a un valor nominal de 1.000 pesetas cada acción. En este caso la capitalización se hará a través de Paltor, que comprará al grupo Torras, toda su participación en Ebro (14 millones de acciones) a valor de mercado -unas 1.300 pesetas por acción-, lo que supondrá unos 18.200 millones. De estos fondos, 10.000 millones se destinarán a devolver el préstamo del Bank of America y el resto se inyectará en el grupo Torras.
Por parte del Gobierno español, el acuerdo incluye el compromiso de autorizar la operación por acuerdo del Consejo de Ministros, ya que Paltor es una compañía pública kuwaití.
Tras la última de las operaciones, Paltor, que compra el 36,7% de Ebro en manos del grupo Torras, se convertirá en el primer accionista de Ebro. La operación requiere autorización judicial por encontrarse el grupo Torras en suspensión e pagos. Precisamente la inyección de dinero al Torras y la ayuda del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a Torras Papel allanan el terreno para levantar la suspensión de pagos.
El grupo Torras presentó suspensión de pagos el 4 de diciembre de 1992 con una deuda de 243.000 millones (el 76% del propio KIO). KIO acusó a los anteriores gestores del grupo, encabezados por Javier de la Rosa, de haber cometido un fraude a gran escala, por lo que presentó en la Audiencia Nacional una querella, en la que se reclaman más de 120.000 millones de pesetas, y una demanda ante el Tribunal Comercial de Londres, en esta ocasión por 500 millones de dólares (unos 60.000 millones). En este último caso, el juez inglés ha ordenado el embargo preventivo de bienes de los principales ex ejecutivos del grupo, entre ellos De la Rosa.
La suspensión de pagos de Torras ha sido uno de los principales inconvenientes para que el ICO concretase el compromiso de concesión del crédito a Torras Papel. No se levantaba la suspensión por falta de liquidez y no había liquidez por culpa de la suspensión. Asimismo, España siempre consideró un error la decisión de KIO de acudir con los libros a los tribunales.
El acuerdo de El Cairo es la culminación de las negociaciones iniciadas a finales de 1992 por el secretario de Estado de Economía Pedro Pérez y continuado después por su sucesor, Alfredo Pastor. Durante la última fase, el protagonismo ha recaído en Antonio Zabalza.
El pacto de El Cairo y la crisis de Torras
El acuerdo de El Cairo es el primer paso para que el grupo Torras pueda levantar la suspensión de pagos. La crisis del grupo conmovió la economía española en diciembre de 1992, al declarar un pasivo de 242.973 millones de pesetas, lo que significaba el fiasco industrial más importante de este país.Posteriormente, los interventores judiciales cifraron ele déficit patrimonial (diferencia entre pasivo y activo) del grupo en 152.567 millones.
En noviembre de 1994, KIO presentó un balance dramático: las pérdidas del grupo hasta el momento de la suspensión de pagos se elevaban a 450.000 millones. A pesar de ello, KIO presentó una generosa oferta para levantar la suspensión. Ofreció pagar el 97% de la deuda a los pequeños accionistas, mientras que las sociedades de los kuwaitíes -que representaban el 76% del total- sólo percibirían el 10%. La propuesta no prosperó por la frontal oposición del BCH, CEPSA y Carlo Bonomi.
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