11 muertos por bombas en 6 ciudades argelinas
Las bombas integristas han vuelto a atemorizar a Argelia. Al menos 11 personas han muerto y otras tantas han resultado heridas por una serie de explosiones en seis ciudades -Batna,Tlemcen, Buinan, Bufarik, Bordj el Bahri y Draria- entre el jueves y el sábado. Ayer, pocas horas después de conocerse estos atentados, era destituido el ministro del Interior, Abderrahman Mezian Cherif, considerado como un opositor de la política de diálogo impulsada por el presidente Liamin Zerual, quien trata de negociar con el Frente Islámico de Salvación (FIS) el fin de la violencia.
"Oímos una enorme explosión y nuestra casa, como todas las demás del barrio, fue sacudida como si se tratara de un terremoto", explica una anciana de Bufarik, mientras, recelosa abandona por un instante los fogones de la cocina e irrumpe en el patio central del inmueble sin dejar de empuñar un cuchillo de pelar patatas.Esto es Bufarik, unos 100.000 habitantes, a poco menos de 30 kilómetros al suroeste de Argel, donde el pasado sábado hacia la una de la tarde estalló un coche bomba. La explosión causó importantes daños en un cuartel del Ejército y en un instituto de enseñanza media cercano, el Mohamed Abdallá. La explosión destrozó el cuerpo de cuatro viandantes e hirió gravemente a otros dos aseguran los primeros balances oficiosos y provisionales.
"No sabemos exactamente cuántos muertos ha habido. Podrían ser más de cuatro. Na die lo sabe. Todo se ha hecho en el mayor de los sigilos. Incluso las ambulancias vinieron en silencio a llevarse los cuerpos", prosigue la anciana de Bufarik, ahora bajo la sombra de la parra que cruza el patio central de la casa.
La muerte se ha vuelto a dar cita en Bufarik, como lo hizo el pasado mes de diciembre cuando un comando integrista, a bordo de dos vehículos, tiroteó la puerta del instituto de en señanza media Zidan: murió una joven de 17 años y resultaron heridas de gravedad nueve de sus compañeras. Todo sucedía de una manera ritual, de la misma forma que el grupo deintegristas armados había irrumpido en la noche del 30 de noviembre en el suburbio Ciudad Dallas, para sacar de sus casas a cinco ciudadanos, fusilarlos en la calle y degollar luego sus cuerpos. Las víctimas -entre ellos, dos periodistas y dos funcionarios- habían sido minuciosamente seleccionadas.
-Días tranquilos
"Bufarik es así. Hay días tran quilos. Otros se escuchan los disparos. Ahora estamos sin agua desde la explosión. Vivimos en el miedo. Los que han logrado salir del país han tenido más suerte" concluye la anciana, mientras regresa a sus fogones. Es la hora del almuerzo.
El inmueble del Ejército, objetivo del comando integrista, ha quedado desventrado. La fachada se ha convertido en un amasijo de cascotes y yesos. Todo se balancea en el vacío.
Un poco más allá, junto a un grupo de viviendas, están los camiones del Ejército, con sus toldos verde oliva, y muy cerca de ellos, los soldados enfundados en sus trajes de combate, cascos de acero y fusiles kaláshnikov en ristre. Hoy llevan puesto el brazalete rojo. El que indica máximo peligro. Custodian las casas de sus familiares.
Pocas horas antes de que .este coche bomba estallara en, Bufarik, un artefacto similar hacía explosión en la localidad. de Buinan, situada a poco menos de una veintena de kilómetros, en uno de los apéndices de la llanura de la Mitiya, ese trozo de geografía ensangrentada que cerca la capital de Argelia. El artefacto de Buinan destrozó los cuerpos de cinco personas, entre ellos tres mujeres.
Ese mismo viernes por la mañana, a unos 550 kilómetros al oeste de Argel, en Tlemcen, estallaba también un tercer coche bomba. La explosión se llevó a un artificiero que trataba de desactivar el artefacto que había sido colocado en el interior de un coche aparcado en la calle de Las Cerezas. En el otro extremo de Argelia, en el del este, en la ciudad de Batna, muy cerca de la frontera con Túnez, estallaban también ese día otras tres bombas. Éstas sin víctimas.
Esta contabilidad macabra incluye también la voladura del puente Bordj el Bahri, en la provincia de, Bumardés, cerca de Argel. La explosión hizo despeñarse una ambulancia de protección civil, lo que costó la vida al conductor. Hubo también explosiones en la localidad de Draria, en la provincia de Tipasa, y en el puente de Alger Plage, muy cerca de donde un militante islamista había dejado escrito en la pared un juego de palabras: "FIS o SIF" ("El FIS o la espada").
Horas después de conocerse estos incidentes, el presidente Liamin Zerual procedía a la destitución del ministro del Interior, Abderrahman Mezian Cherif, y su sustitución por Mustafá Benmansour. El cambio ha sido favorablemente acogido por los sectores dialogantes del poder, quienes apoyan incondicionalmente la política de negociación que el régimen trata de llevar a término con el FIS. Mezian Cherif se había convertido en uno de los más firmes detractores de estos contactos. Se desconocen las razones oficiales de este cese.
Diálogo con los grupos armados
F. S. "Es incluso posible que un observador de los grupos armados asista a las negociaciones", desveló ayer al periódico La Tribune el imam Hocin Slimani, mediador en el proceso de diálogo que el aparato político del Frente Islámico de Salvación (FIS) mantiene desde hace varias semanas con la Presidencia de la República argelina.
Estas declaraciones del imam Slimani confirman el proceso de negociación entablado entre el régimen argelino y el FIS. Pero tales palabras provocan serios temores entre la clase política, que cree que pueden obedecer a una operación de última hora destinada a salvar el proceso de acercamiento.
"Nosotros somos optimistas. Toda la gente a la que se ha visto hasta ahora está por esta política. Incluso las personas que eran enemigos del FIS se han convertido en sus aliados en este intento de encontrar una salida a la crisis. Hasta algunos ex jefes de Gobierno van a elaborar pronto un comunicado pidiendo una salida a la crisis", recalcaba sin embargo el imam Slimani.
A pesar de la transcendencia política de estas declaraciones, nadie del Gobierno o de la Presidencia ha confirmado hasta ahora los contactos con el FIS. Por eso se espera con expectación el discurso que el presidente Liamin Zerual pronunciará el miércoles, aniversario del fin de la guerra de liberación.
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