Crecen las dudas sobre los apoyos a John Major para renovar el liderazgo 'tory'
Los intentos del primer ministro británico, John Major, de presentarse a la opinión pública como un confiado triunfador en la campaña interna por el liderazgo tory -ha dicho que logrará una "bonita victoria"- se han visto socavados a lo largo de las últimas 48 horas por crecientes rumores de división en su actual Gobierno. En público, los dos eventuales líderes alternativos que podrían emerger de su actual Gabinete el ministro de Industria y Comercio, Michael Heseltine, y el de Trabajo, Michael Portillo, no cesan de mostrar su apoyo a Major. Sin embargo, ninguno de los dos ha sido capaz de despejar completamente las dudas sobre su futura conducta si Major sale malparado tras la primera vuelta del 4 de julio. La existencia de los rumores, atribuidos la mayoría de los casos a amigos de los respectivos interesados, induce a tomar con toda clase de reservas el futuro de Major al frente del Partido Conservador.En este contexto de especulación y de cábalas, la noticia de la liberación en Alemania de la activista del IRA Donna Maguire, pasó casi inadvertida. Maguire, condenada ayer a nueve años de prisión por su participación probada en el atentado perpetrado en 1989 en las instalaciones militares británicas en Osnabrueck (Alemania), fue puesta en libertad por el juez al considerar que, tras haber cumplido ya cinco años de cárcel, ha pagado su deuda con la sociedad.
Por su parte, John Major intentó de nuevo ayer, a su regreso de la cumbre europea de Cannes, recuperar el tiempo perdido para su campaña electoral con un nuevo contacto con la prensa. Volvió a insistir en que alcanzará una "bonita victoria" sin mayores dificultades. Declaraciones que contrastan con, otras informaciones procedentes del equipo que dirige su campaña, según las cuales Major no dimitirá si gana, aunque sea por un estrecho margen en la primera vuelta. En una declaración procedente también de "círculos íntimos", Michael Portillo ha expresado sus temores de que si esto ocurre los tories se vean abocados a una nueva batalla por el liderazgo del partido en noviembre próximo.
Promesas populistas
Mientras el ministro de Hacienda, Kenneth Clarke, desvelaba ayer los datos sobre la marcha del presupuesto -en líneas generales tranquilizadores, pese al incremento, de la inflación y de la deuda-, el aspirante al liderazgo tory, John Redwood, lanzaba nuevas promesas populistas. La primera de todas, que habrá sonado a música celestial en los oídos de los ciudadanos británicos, una inmediata reducción de impuestos -en cuanto tome las riendas de Downing Street- que devolvería 5.000 millones de libras (un billón de pesetas) a sus conciudadanos. Redwood está convencido de que la única forma de estimular al votante conservador y frenar el ascenso laborista reside en el bolsillo.
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