El PP y Candau trasladan su enfrentamiento al Congreso

El director general de Radiotelevisión Española, Jordi García Candau, y la portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Control Parlamentario de RTVE, Ana Mato, protagonizaron ayer un nuevo enfrentamiento en el Congreso de los Diputados en relación con los mismos asuntos que se debatieron la semana pasada en el Consejo de Administración de RTVE: el plan estratégico del ente y la fiscalización provisional del Tribunal de Cuentas.Mato pidió la dimisión de García Candau alegando que "no le respalda su Gobierno", y también "porque dirige el ente al margen del consejo de administración" y porque "RTVE se encuentra en una situación de quiebra".

Por su parte García Candau acusó al Partido Popular de ser el causante de que no se apruebe el plan estratégico -del que depende el futuro de RTVE- porque se oponen precisamente a ello los cuatro representantes del PP en el consejo. "No puede ser que el consejo, como en su día lo fuera la calle, sea de cuatro", dijo Candau, refiriéndose a la postura que mantienen los representantes populares.

La sesión de control, que incluyó 25 preguntas, se convirtió durante dos horas y media en una intensa crítica del PP y, en menor medida, de Izquierda Unida, al director general del ente por no haber logrado la aprobación del plan estratégico y por las presuntas irregularidades que ha descubierto el Tribunal de Cuentas.

Pacto de Estado

"El borrador del plan estratégico no nos gusta, es insolidario y propugna un ente público faraónico", dijo la diputada del PP, Ana Mato, quien añadió que la situación de RTVE es alarmante" a causa de su grave déficit.

García Candau acusó al PP de obstruir la aprobación del plan y luego echar la culpa al director general. Y explicó que aun pudiendo haber contado con la mayoría del consejo -siete contra cuatro- prefirió esperar a que existiera un mayor acuerdo.

Por otra parte se manifestó partidario -en línea con lo que había pedido el diputado de IU, Felipe Alcaraz- de conseguir un pacto de Estado entre todas las fuerzas políticas sobre el futuro de la televisión pública. Alcaraz le había dicho previamente a Candau que aunque el plan estratégico tiene principios positivos, "se están sentando las bases para el desmoronamiento de Televisión Española".

El director general del ente tuvo también que defenderse de las críticas de los diputados populares y de Izquierda Unida en relación con los datos filtrados del informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas referido a los años 1992 y 1993.

García Candau atribuyó a "mala fe" y "traslación torticera" la filtración de un borrador, "un informe de trabajo del Tribunal" antes de que RTVE tuviera tiempo de presentar sus alegaciones.