Sarajevo acusa a la ONU de ser incapaz de detener el genocidio
ENVIADO ESPECIAL El primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, lanzó ayer un durísimo ataque contra la ONU, organización a la que culpó de ser incapaz de evitar el genocidio y acusó de alinearse con el agresor serbio. Asimismo, hizo una encendida defensa del levantamiento del embargo internacional de armas que pesa sobre su Gobierno.
"¿Qué queda de válido ahora en Bosnia-Herzegovina?", se preguntó Silajdzic, "las zonas seguras , la de exclusión [de armas pesadas alrededor de Sarajevo], el ultimátum [el de febrero de 1994], la zona de exclusión aérea? Todo eso es inválido excepto el embargo de armas. Si se han llevado todo, ¿por qué no se llevan también el embargo? (...) La ONU sólo protege a los ricos y a los poderosos".
No obstante, Silajdzic invitó a la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) a permanecer en Bosnia. El primer ministro no cree que sea incompatible un levantamiento del embargo con la continuación de la presencia de los cascos azules. "¿Por qué es incompatible, porque la situación se pondría más dificil, porque estarían en peligro, y qué pasa con todos nosotros, acaso no somos personas también?".
No habrá más concesiones
El Gobierno bosnio rechaza la equiparación de partes en conflicto que le otorga el lenguaje de la ONU. "No es lo mismo ser la víctima que ser el verdugo ( ... ) Puede que sin el mínimo de moralidad y de principios sean lo mismo", añadió irónico. Silajdzic dijo que no se siente abandonado por la comunidad internacional: "¿Cómo me voy a sentir abandonado si tengo las manos atadas?". El primer Ministro aseguró que los últimos acontecimientos, como la toma de rehenes de la ONU y las posteriores humillaciones a las que se ha visto sometida Unprofor, "van a costar caro a todos".
No habrá más concesiones en la mesa de negociaciones, dijo Silajdzic. El Gobierno de Sarajevo se mantiene fiel al último plan de paz, el del Grupo de Contacto (EE UU, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania), que divide el país en dos mitades, un 51 % para croatas y musulmanes y un 49% para los serbios. "Si alguien pretende pedirnos nuevas concesiones, está perdiendo el tiempo".
Mientras que el primer ministro bosnio abandonaba la rueda de prensa celebrada en el grueso edificio de la televisión bosnia, cuatro granadas serbias cayeron en el centro de la ciudad. Una de ellas causó seis heridos, uno de ellos gravísimo, que falleció después en el hospital de Kosevo.
"Condenamos el bombardeo de poblaciones civiles", repitió ayer Gary Coward, uno de los portavoces militares de la ONU.
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