Un amplio estudio refleja daños en implantes de silicona

Un amplio estudio médico llevado a cabo durante 14 años sobre la evolución de la salud de 87.501 enfermeras demuestra que las mujeres que tienen implantes mamarios de silicona no sufren por ello enfermedades relacionadas con los tejidos, como artritis o lupus. El estudio, a cargo de epidemiólogos y reumatólogos de prestigiosos centros médicos y clínicas de mujeres de Boston, ha sido financiado por el Instituto Nacional de la Salud (NIH) y publicado en la Revista de Medicina de New EnglandEl hallazgo pone en cuestión la decisión del pasado año por la que los fabricantes de implantes de silicona, para evitar un juicio múltiple, aceptaron pagar a las mujeres supuestamente afectadas por enfermedades provocadas por implantes 4.250 millones de dólares (casi medio billón de pesetas), la mayor indemnización de la historia de EE UU en casos de responsabilidad civil. Hasta el pasado mes, 400.000 mujeres se habían inscrito en la acusación global que daba derecho a la indemnización. El principal fabricante, Dow Corning, que debería aportar la mitad de la cantidad acordada, se declaró en suspensión de pagos el 15 de mayo para protegerse. de las acusaciones individuales de otras 7.000 mujeres no incluidas en la querella global.

Indemnizaciones

El estudio ha comparado los historiales médicos de enfermeras de 14 Estados diferentes sin encontrar diferencias significativas entre las 1.183 que tenían implantes y las que no tenían. No sólo eso: se llega a afirmar que los implantes reducen en un 70% el riesgo de enfermedades del tejido conectivo cuando son de silicona y en un 40% cuando son de otro material. Son prácticamente las mismas conclusiones de un estudio realizado hace un año por la clínica Mayo. Dos meses después de la publicación, en la misma revista de medicina, de aquel estudio, y en vista de que no disminuía la presión de organizaciones de consumidores y de grupos de salud contra los implantes de silicona, los fabricantes decidieron aceptar un arreglo extrajudicial o indemnizar a las mujeres.Hasta 1992, más de un millón de mujeres norteamericanas tenían implantes mamarios. Ese año, y a la vista de denuncias periodísticas sobre posibles molestias y enfermedades derivadas de los implantes, como artritis, escleroderma y síndrome de Sjogren (alteración de las glándulas salivares que reseca la boca), la FDA, el organismo encargado de la seguridad de los productos relacionados con la salud, estableció una moratoria voluntaria en la venta del producto.