Mabarak pide la huelga de prensa en Egípto
Mientras el Gobierno de Hosni Mubarak se ufanaba ayer de haber desbaratado una huelga de la prensa que amenazaba con hacer tambalear al régimen, un joven periodista llamado Salá Bedaui se recuperaba de un navajazo recibido por acusar de corrupción al hijo del presidente egipcio. Bedaui fue herido por por un colega progubernamental durante la más turbulenta sesión de la historia del sindicato de periodistas. De momento, Mubarak ha capeado la tormenta política provocada por la aprobación el 29 de mayo de una draconiana ley de prensa que entraña hasta 15 años de cárcel y cuantiosas multas para periodistas críticos del sistema. Consiente del poder de la ola de protestas, el presidente prometió someter la ley a la corte constitucional, donde seguramente será ablandada.Los periodistas mantuvieron en vilo al país con una amenaza de huelga "contra las maniobras gubernamentales para silenciar. a la oposición", particularmente a quienes investigan y publican cómo crecen y se reproducen las fortunas en los círculos oficiales.
La huelga, apoyada inicialmente por una veintena de sindicatos, incluido el poderoso gremio de abogados, ha sido postegada hasta nuevo aviso. Sus promotores -en su mayoría islamistas e izquierdistas- no admiten su, derrota. Ésta, sin embargo, parece evidente.
Sigue la lucha
Todos los diarios egipcios estaban ayer en los quioscos. Los oficialistas dieron poco realce a la asamblea en la que se decapitó la huelga y se hirió a Bedaui. Ninguno de los diarios de la oposición usó términos como fracaso para describir la marcha atrás del sindicato.
"Vamos a seguir luchando y, si la policía de Mubarak molesta, intimida o detiene a uno de nuestros miembros, !e encontrará con una respuesta contundente", declaró a EL PAÍS Magid Ahmad Huseini, el director de Al Shaab , el órgano del proislámico partido laborista, donde trabaja el periodista agredido.
"El Gobierno ha conseguido fracturar el movimiento amenazando con despidos masivos en los medios oficiales y semioficiales. Pero el repudio contra la ley asesina de la libertad de expresión" sigue latente dijo Huseini. La próxima crisis, agregó, puede estallar en cualquier momento. "Es solo cuestión de tiempo" dijo. Eso está por verse. En Egipto, el Estado pone la maquinaria, la tinta y el papel para todas las publicaciones.
El Gobierno quiere hacerse, además, con otra arrolladora victoria en el Parlantento, controlado por el Partido Nacional Demócrata, de Mubarak, en los comicios de finales de año.Este fin de semana, Fifi Abdu, la incuestionable reina de la danza del vientre de Oriente Próximo, fue conminada a comparecer ante un tribunal estatal por "denigrar públicamente la imagen del GobÍerno". En un entreacto, Fifi hizo una broma sobre la nueva ley de prensa y dijo que, al paso que va Egipto, pronto habrá que pedir permiso hasta para contonearse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.