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Un ex policía, dirigente del cartel de Cali, se entrega a la justicia de Colombia

Víctor Julio Patiño, un ex agente de policía, apodado El Papi, que a los 36 años había escalado hasta el quinto lugar en la estructura de mando del cartel de Cali, se rindió al mediodía de ayer a la justicia colombiana.Como ocurrió con Henry Loaiza, El Alacrán, que se entregó el pasado lunes, Patiño llegó solo al batallón 13 de la Policía Militar, en el centrooeste de Bogotá, donde lo esperaba el ministro de Defensa, Fernando Botero.

En una lacónica carta a Botero, Patiño afirma que su entrega "libre y voluntaria" tiene "el expreso propósito de colaborar con la justicia y contribuir al sosiego y la tranquilidad pública".

El tono del mensaje, de este hombre sobre quien pesan órdenes de capturapor homicidio y tráfico de drogas, contrasta con su prontuatio: Patiño aparece como un despiadado sicario que ejecutaba los ajusticiamientos ordenados por la cúpula de la organización mafiosa y hábil comerciante a cuyo cargo estaba la importación, desde España y Bélgica, de productos químicos para el procesamiento de cocaína; también se le atribuye el manejo de una parte del comercio internacional del alcaloide, a través de las redes establecidas en Venezuela, Canadá, Bélgica y Holanda.

Desde que cambió de bando y pasó de ser policía en el puerto de Buenaventura, sobre el Pacífico, a integrante de la banda Los Mataladrones, hasta su rendición, Patiño logro articular un sólido aparato mi litar y conformar una flota de 29 embarcaciones y 21 aviones, lo que le habría dado relativa autonomía con respecto a sus jefes, los hermanos Rodríguez Orejuela, para quienes trabajaba a contrato.

El cerco policial, por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos dio como re sultado la captura, el 9 de junio, del miembro -más promi nente de la organización, Gilberto Rodríguez OreJuela, El Ajedrecista, actualmente preso en la penitenciaria La Picota, en Bogotá. Allí también está internado su hermano menor, Jorge Elieser, detenido en marzo. Pero sigue prófugo Miguel, El Señor, segundo en impor tancia del clan de la cocaína. También Helmer Pacho Herrerra, José Santacruz y Arizabaleta, cuya rendición «para los próximos días" anunció en un comunicado desde la clandestinidad en el que afirmó que "de lo único que soy jefe es de mi hogar".

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