Volkswagen amenaza con cerrar el centro técnico de Seat y releva al secretario del consejo

Volkswagen cerrará el centro técnico de Seat en Martorell y convertirá su filial española en una simple planta de montaje de coches si en los próximos días no recibe las ayudas prometidas para subvencionar ese centro, donde trabajan cerca de un millar de personas, dicen fuentes del grupo. La multinacional reclama que Industria y la Generalitat conviertan en subvención el crédito de 36.000 millones que recibió con ese compromiso a cambio de inversiones.La desaparición del centro técnico supondría un nuevo recorte del tamaño de Seat, que ya ha perdido 6.000 empleos en año y medio y dos fábricas: la de Zona Franca, por cierre, y la de Landaben, en Pamplona, vendida a Volkswagen. Seat es la única empresa integral española de coches, es decir, que realiza todo el proceso desde el diseño, la fabricación y la comercialización de coches. El centro técnico de Seat es el verdadero orgullo de la empresa. En él se diseñan y preparan los nuevos modelos.

Hace un año Volkswagen firmó un compromiso con la Administración mediante el cual el crédito se convertiría en subvención a medida que presentara proyectos de inversión.

El coste anual del centro técnico de Seat ronda los 20.000 millones, según los cálculos hechos por Seat e Industria. El consejo de administración de Seat decidió el pasado jueves congelar algunos proyectos de este centro hasta que se despeje la incertidumbre creada por el expediente abierto por la UE a las ayudas de la Administración española a Seat. Ayer el centro técnico trabajaba con normalidad.

Medios de la multinacional coinciden en que la situación vuelve a ser delicada. El presidente de la, Generalitat, Jordi Pujol, y el consejero Antoni Subirá negocian con Volkswagen. Pujol prepara una entrevista con Piëch y Subirà ha mantenido contactos con José Ignacio López de Arriortúa, el jefe de compras y consejero de Seat.

Por otra parte, el secretario del consejo de administración, Salvador Ferrando, será relevado de su cargo. Ferrando, al que se le ha ofrecido un puesto en la sede central de Volkswagen en Alemania, era uno de los pocos altos cargos que quedaban de la época del anterior presidente, Juan Antonio Díaz Alvarez, obligado a dimitir en 1993. Oficialmente no hay explicación al relevo, pero en medios de la empresa se habla de pérdida de confianza y se recuerda su estrecha relación con el presidente cesado.