El juez militar interroga hoy a fondo a Perote

El coronel Jesús Palomino Yébenes, juez togado militar central, interrogará hoy en profundidad al ex agente del Cesid Juan Perote, detenido en la madrugada de ayer y encarcelado en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) como autor de un presunto delito de revelación de secretos, castigado con hasta 10 años de cárcel. El primer interrogatorio, tras el arresto, fue muy breve, dado lo avanzado de la hora. El detenido se limitó a negar los cargos que se le imputan, y el juez, a comunicarle la orden de prisión preventiva. El servicio secreto militar ha aportado numerosos documentos y, pruebas que, según fuentes del Gobierno, fundamentan suficientemente la denuncia presentada el sábado por el director dimisionario del centro, Emilio Alonso Manglano.

El coronel Juan Alberto Perote Pellón ingresó en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) a primera hora de la mañana de ayer, horas después de ser detenido en su chalé de El Escorial (Madrid).Desde su domicilio, el antiguo jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales, el departamento encargado de las tareas clandestinas del Cesid, fue conducido a la sede del Juzgado Togado Militar Central, en la calle Jorge Juan de Madrid.

El juez encargado del caso le tomó declaración durante alrededor de una hora y, a continuación, decretó su ingreso preventivo en prisión. El coronel Perote, que negó haber filtrado al diario El Mundo los documentos secretos publicados durante la semana pasada, declaró acompañado del abogado Jesús Enrique Santaella López.

Este letrado, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid, mantiene estrechas relaciones con el ex banquero Mario Conde, para el que realizó el año pasado un dictamen jurídico sobre el acuerdo de intervención de Banesto por parte del Banco de España. Perote y Conde, acompañados por asesores y abogados del segundo, mantuvieron el pasado martes una reunión secreta en Madrid, tras estallar el escándalo de las escuchas ilegales.

La detención de Perote, adelantada por EL PAÍS en sus últimas ediciones de ayer, se produjo en torno a las tres de la madrugada, como consecuencia de la denuncia presentada ante el Juzgado Togado Militar Central por el teniente general Emilio Alonso Manglano, que acusa a Perote de revelación de secretos.

Denuncia de Manglano

El artículo 53 del Código Penal Militar castiga con entre tres y diez años de cárcel al militar que, sin el propósito de favorecer a una potencia extranjera, "se procurare o revelare información legalmente clasificada relativa a la seguridad nacional o defensa nacional". El artículo 54 del mismo código agrega que la pena se aplicará en su mitad superior, de seis años y medio a diez años de cárcel cuando "la revelación consistiera en dar publicidad al secreto o información en algún medio de comunicación social", como ha ocurrido en este caso.La denuncia presentada contra Perote se basa en que los documentos publicados en El Mundo, aunque manipulados, forman parte de los que Perote se llevó del Cesid cuando lo abandonó, en noviembre de 1991, y que devolvió en parte, aunque ahora se cree que sacó copia de ellos. Además de la denuncia, el servicio secreto ha aportado al juez numerosas pruebas y documentos que fundamentan las acusaciones contra su antiguo agente y que, según fuentes gubernamentales, son suficientes para avalar su procesamiento.

El retraso en la presentación de la denuncia contra Perote, formulada seis días después de estallar el escándalo, se debió a la necesidad de reunir pruebas suficientes para avalarla. El Gobierno encargó al director del Cesid que no sólo aportara indicios informativos como los que utiliza habitualmente el centro.

Perote fue capturado por agentes camuflados de la Guardia Civil en presencia de un coronel jurídico -esdecir, de un oficial del mismo rango que el detenido, como dispone la Ley Procesal Militar- y del secretario del juzgado. La aplicación de la jurisdicción castrense se debe a que tanto el acusado, como el centro en el que trabajó y el delito cometido son específicamente militares. Perote, que pasó ayer su primer día en la prisión militar de Alcalá de Henares, no recibió visitas, informa Javier Barrios.

El arresto se produjo en el chalé Villa Cibeles, en la urbanización Ciudad Bosque Los Arroyos de El Escorial. En la operación participaron guardias civiles del Servicio de Información, a los que se dio orden de actuar "de la forma más discreta posible". Pero la presencia de numerosos coches con dos ocupantes a altas horas de la madrugada y en zonas oscuras del complejo, resultaba más que sospechosa para un observador.

Los agentes encargados de la operación tomaron posiciones a partir de las nueve de la noche en los puntos clave del complejo residencial, apenas transitado por peatones a esa hora de la madrugada. "Me extrañó ver a un hombre con una mochila de la que sobresalían unas antenas y que, además, llevaba un maletín. No me pareció un excursionista", recordaba José Luis Rivas, el vigilante nocturno de la urbanización.