Soares llama a la calma tras los ataques de 'cabezas rapadas' en Lisboa
El presidente portugues, Marío Soares, condenó ayer la "incalificable manifestación racista" realizada por una banda de unos 50 cabezas rapadas en la madrugada del domingo contra jóvenes de raza negra en el Barrio Alto lisboeta. Doce de ellos tuvieron que ser hospitalizados y uno, Alcindo Bernardo Monteiro, de 27 años, falleció ayer de un paro cardiaco originado por las lesiones sufridas en el ataque,Soares pidió a "a todos los africanos que mantengan la calma, ya que una aplastante mayoría de los portugueses se siente honrada con su presencia en Portugal y es solidaria con ellos". Portugal, con una población de 10 millones de habitantes, cuenta con 170.000 extranjeros registrados como residentes. Además, se estima que entre 70.000 y 150.000 más son inmigrantes ilegales.
Pese a esta llamada a la calma de Soares, ayer tuvo que ser desalojado, por una amenaza de bomba, un Tribunal de Instrucción donde comparecían nueve cabezas rapadas presuntamente relacionados con el ataque del fin de semana.
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