Pescado caro y fresco

A pesar de la reducción de los recursos pesqueros, de la dificultad para acceder a otros caladeros y, en consecuencia, de la subida de los precios para los consumidores, España sigue siendo un gran mercado consumidor de pescado, con una demanda de producto en bruto de unos 48 kilos por persona y año. Según los datos de los paneles de consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca Y Alimentación, la compra de productos de la pesca ha pasado de 1,15 millones de toneladas en el ejercicio de 1987 a 1,24 millones de toneladas en 1993 con un crecimiento del 7% en el periodo.En pescado fresco, en el mismo periodo, se pasó de 536.00 a 622.000 toneladas, con un crecimiento del 10%, mientras que en productos congelados se produjo un retroceso de 251.000 a 180.000 toneladas. En el comportamiento del mercado de los productos de la pesca en los últimos años, además del aumento en el consumo de pescado fresco y la caída del congelado, una tendencia muy significativa, destaca la evolución de los precios. En productos frescos los precios medios por kilo pasaron de 50) pesetas en 1987 a 700 pesetas en 1993, lo que supone un crecimiento del 40%.

La razón de este encarecimiento es el coste cada vez mayor de las capturas. Por el contrario, el pescado congelado no ha soportado una subida de 420 a 720 pesetas por kilo. El mercado nacional sigue apostando decididamente por el consumo de pescado fresco.

España es un país netamente importador de pescado, con 840.000 toneladas adquiridas en el exterior, frente a unos desembarcos nacionales totales incluida la acuicultura de 1,4 millones de toneladas. Junto a la recuperación de caladeros propios, los caladeros exteriores son el objetivo para lograr mayor aprovisionamiento a la vez que se potencia la acuicultura, con una meta de producción de 260.000 toneladas.