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Los mejores arquitectos, seducidos por el Prado

Un millar de profesionales pedirán las bases de un concurso "ambiguo" y "difícil"

Las inscripciones de Norman Foster y Santiago Calatrava llegaron el mismo día. Las figuras de la arquitectura contemporánea acudirán al concurso internacional de ideas y estudios previos para la ampliación y remodelación del Museo del Prado, organizado por el Ministerio de Cultura, con el apoyo del patronato del museo, la colaboración de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y de acuerdo con la Unesco. Hasta el 12 de junio se reciben las peticiones de las bases porparte de los profesionales. Los arquitectos consultados opinan que el Prado es la gran atracción, pero el concurso es "ambiguo", "difícil", "atípico", "arriesgado" y plantean sus dudas sobre el sistema elegido de participación anónima bajo lema.

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Los arquitectos pueden tener el folleto-libro, actualmente en imprenta, con el programa del concurso de ideas para la ampliación del Prado por 250 dólares, o 33.000 pesetas. Ya se ha recibido el impreso de inscripción de 220 profesionales y hasta el 12 de junio se espera alcanzar las 1.000 solicitudes, de los que la mitad serán los concursante reales. Hasta ahora, el 60% son españoles, y el resto, extranjeros. El concurso tiene un presupuesto de 80 millones de pesetas, 50 aportados por la Fundación Ramón Areces.Moneo, Foster, Calatrava, Eisenman, Sáenz de Oiza, Navarro Baldeweg, Cano Lasso, Vázquez Consuegra son algunos de los nombres que han confirmado su participación. Otros, como Siza, Isozaki, Ungers o Ando rechazaron ser miembros del jurado por su posible inscripción, pero estarán ausentes por motivos de trabajo o por el sistema del concurso.

La elección del sistema masivo y anónimo, con las normas de la UIA y la Unesco, se considera el más objetivo por parte de los organizadores. Los profesionales tienen sus dudas, por algunos resultados -en Francia, los edificios de la Ópera de la Bastilla y la Gran Biblioteca de Francia-, y también defienden ampliar las oportunidades. Los más habituales son los mixtos: invitar a unas cinco firmas y otras tantas de concurso abierto, o los encargos directos. Estos dos últimos se han practicado en los cambios urbanos de 1992 en Barcelona y Sevilla. De otro concurso internacional sólo se recuerda el del Centro Islámico de Madrid.

Las ideas de los arquitectos se van a centrar en un espacio delimitado por el edificio histórico de Juan de Villanueva, que es intocable, nuevas construcciones o edificios en la parte posterior, una anexa al museo y otra en el claustro de la iglesia de los Jerónimos, junto con las conexiones con los edificios del Museo del Ejército y el Casón del Buen Retiro y el estudio urbano de la zona.

"Una miseria"

Antes de conocer la documentación del concurso, con el programa, planos, antecedentes (anteproyectos de Rodríguez Orgaz, Chueca y Manzano y Partearroyo) y plan de necesidades del museo, Rafael Moneo (museos de Mérida y Thyssen) observa unas propuestas "ambiguas, vagas y complicadas", junto con "el riesgo de una solución, ya sea conservadora o radical". Julio Cano Lasso (auditorio de Santiago), con un centenar de concursos en su estudio, está de acuerdo en "dar oportunidad a todos", pero ve las dificultades de un "concurso atípico" que recupera un barrio histórico.

Francisco J. Sáenz de Oiza (museo de Las Palmas, palacio de Santander) se ha fijado en los premios del concurso. En caso de no hacerse el proyecto, el ganador recibirá una compensación de cinco millones de pesetas. "Esa indemnización me parecedemencial; es una miseria y una bofetada para los profesionales, que indica el reconocimiento social de la arquitectura. Regalamos nuestro trabajo". Guillermo Vázquez Consuegra (museo de la Navegación) recuerda casos fallidos, como el Prado de San Sebastián de Sevilla o el Centro de la Defensa de Madrid. "Sería lamentable que sólo sirviera para desgastar las ilusiones".

Otros casos, como el de Arata Isozaki (Palau Sant Jordi, la Domus de La Coruña, Museo de Los Ángeles), prefiere competir con otros nombres concretos o ser invitado, según fuentes de su estudio. El arquitecto japonés es partidario de los museos "de tercera generación", más personales, como el que proyecta en Nagi para tres artistas, después de los modelos histórico y actual._

Conocedores de los concursos señalan la importancia de los jurados. En este caso se trata de poner de acuerdo a 14 miembros, con el voto de un único arquitecto español, Jaime Duró, por serpresidente de la UIA y del Consejo Superior de Arquitectos, en cuya sede está el gabinete del concurso. Los otros arquitectos jurados son Salmona, Botta, Hollein, Eytan, Ramírez Vázquez, Venezia, Hertzberger y Chwalibog, con experiencia en proyectos de museos.

El coordinador y secretario del jurado, Antonio Fernández Alba, está de acuerdo en la dificultad del programa por la fragmentación y al no disponer de espacios abiertos y libres, como ocurre con la mayoría de los concursos. "Es difícil porque se trata de relacionar dos conjuntos históricos, de situar en un Madrid ilustrado el lenguaje moderno de la arquitectura. Es un reto".

Para el presidente del patronato del prado, José Antonio Fernández Ordóñez, considera que el concurso "es apasionante para un profesional". "Es positivo que sea tan abierto, y como no hay una buena solución, se confía en las nuevas propuestas. El acuerdo político es total".

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