Ocho despidos y un fraude de un millón de dólares en la sede de Unicef en Kenia

Una auditoría realizada en la sede de Unicef en Nairobi (Kenia) ha descubierto fraudes de más de un millón de dólares por parte de seis funcionarios internacionales en los años 1993 y 1994. Además, la auditoría ha demostrado que la pésima gestión de los fondos ha causado unas pérdidas de entre ocho y nueve millones de dólares a esta organización de Naciones Unidas dedicada a la infancia. Entre una cosa y otra, los daños causados a Unicef rondan los diez millones de dólares (más de 1.200 millones de pesetas).Ocho miembros del personal ya, han sido despedidos y se ha abierto investigación a otras 16 personas acusadas de. malversación, fraude y mala gestión.

Para la nueva directora, la estadounidense Carol Bellamy, "se trata de un golpe muy grave para Unicef, una organización que, por su compromiso en favor de la supervivencia, el desarrollo y la protección de la infancia, merece su reputación de eficacia y dedicación".

Tras los primeros resultados de la auditoría iniciada en enero para investigar el funcionamiento de la oficina de este organismo en Nairobi, durante el periodo 1993-94, a fin de esclarecer las irregularidades puestas de manifiesto en otra auditoría precedente, Bellamy no dudará en castigar a los culpables. "Comportamientos de cita índole son totalmente inaceptables", subrayó.

El fraude se cometió principalmente con la emisión de falsas facturas por gastos excesivos. "La corrupción estaba a todos los niveles", ha declarado a Efe la portavoz de Unicef en Ginebra, Marie Heuzé. "Por ejemplo, de las cien organizaciones declaradas cooperadoras en programas de Unicef, solamente existían realmente 23".