Consenso por un día entre los políticos
Durante las últimas 24 horas, la campana electoral ha pasado a un segundo plano. La muerte de la polifacética Lola Flores ha logrado lo inusitado: un cierto consenso entre los dirigentes políticos, que han introducido en sus mítines y declaraciones alabanzas formales del arte de La Faraona. La ausencia de políticos durante las ceremonias fúnebres de la artista ha sido prácticamente total. El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Rodrigo Rato, visitó la capilla ardiente, situada a escasos metros de la sede de su partido y comentó ante los periodistas: "Decimos adiós a algo muy nuestro. Su historia artística ha sido muy larga y si me tuviera que quedar con una parte de su arte, elegiría el baile". La ministra de Cultura, Carmen Alborch, acudió también al velatorio y resaltó la pasión de la artista, demostrada a largo de su vida. "Ella siempre estuvo por encima de todas las coyunturas políticas", dijo Alborch.El presidente del Gobierno, Felipe González, declaró ayer en una entrevista en la cadena SER que la figura de Lola Flores tiene "un toque de genialidad que la salva de la España de la charanga y la pandereta". González recalcó la injusticia que supone encasillar a Lola Flores como representación de una España rancia y antigua. "Sin duda, era una figura excepcional. Era una mujer con un carácter y un temperamento que la ha convertido en figura absolutamente excepcional y creo que eso, desde cualquier óptica que se vea, es una verdad incontestable. Puede que haya gente que no le guste, pero la genialidad tiene algo de eso", dijo el presidente. González subrayó también la faceta familiar de La Faraona: "El sentido de la familia de esa mujer era muy profundo. Una relación telúrica, casi tribal, que es tan propio además de mi tierra y que me llama la atención", comentó.
