Inspectores comunitarios revisan las bodegas del congelador 'Mayi IV' a su regreso al puerto de Marín

El congelador Mayi IV atracó ayer en el puerto de Marín (Pontevedra), donde cuatro inspectores comunitarios, tres de ellos españoles, subieron a bordo para comprobar las toneladas de pescado capturadas y que fueron cuestionadas por las autoridades de Canadá, así como las artes de pesca. Paralelamente, la negociación pesquera entre la Comisión Europea y Marruecos prosiguió sin avances y se prevé que se prolongue durante varias semanas.

El capitán del Mayi IV, José Arosa Allariz, mostró su convencimiento de que la decisión de precintar las bodegas y las redes del barco no es más que una consecuencia de la emboscada a la que le sometieron las autoridades canadienses. Según José Arosa, después de que los inspectores canadienses revisaron una y otra vez el contenido de las cajas de pescado y las redes una inspección llevada a cabo por agentes comunitarios comprobé que todo estaba en regla, e incluso faltaban 30 toneladas de pescado para completar el cupo del congelador.En las conversaciones pesqueras con Marruecos no se ha producido ningún avance. La cuarta ronda negociadora, que concluye hoy, se centra en la creación de empresas mixtas hispano-marroquies y se han dejado de lado los tres principales escollos planteados por Rabat: reducción de la pesca, desembarco de las capturas en sus puertos y aumento de tripulantes marroquíes en buques europeos. Los arimadores andaluces aseguran que el bloqueo del diálogo puede provocar el adelanto de las medidas de presión, que se deben concretar el viernes.

Por otra parte, los pescadores de Cornualles recibieron ayer seguridades de su ministro de Agricultura, William Waldegrave, de que la Armada británica defenderá sus caladeros durante la próxima campaña del atún que empieza en junio.