_
_
_
_
_

España e Italia, abiertas al diálogo con el integrismo no violento

Los Gobiernos de España e Italia son partidarios de dialogar con "los componentes del fundamentalismo islámico que rechacen la violencia como instrumento de acción", según confirmaron ayer los ministro de Asuntos Exteriores de los dos países, Javier Solana y Susana Agnelli, respectivamente, al término del Seminario Italo-Español sobre el Mediterráneo, celebrado en Nápoles.Esta apertura, referida a un interlocutor difícil de concretar en la práctica -ya que, si se habla, por ejemplo, del FIS argelino, según dijo Solana, hay tener en cuenta que se trata de una organización "no muy uniforme" ni homogénea-, coincide con la que EE UU, pero choca con la posición de Francia, que apoya exclusivamente a los militares en el poder en Argel, cerrados al diálogo.

Los dos países más meridionales del Mediterráneo occidental europeo se distancian así de su tercer socio en la promoción de la Conferencia de Barcelona, programada para noviembre con el objetivo de reforzar la proyección de la Unión Europea (UE) hacia el sur precisamente en un periodo en el que la presidencia de la UE pasa de Francia a España -el próximo mes de julio- y de ésta a Italia, en enero de 1996.

"Imagino que el punto de vista de Francia con respecto al extremismo en Argelia será probablemente distinto, y ello es también comprensible", reconoció Agnelli, para quien, lo importante es romper la falsa serie de ecuaciones "islamismo igual a fundamentalismo, integrismo igual a extremismo y extremismo igual a terrorismo".

Los problemas de la seguridad y el diálogo transcultural estuvieron en el centro de la conferencia, en la que, con los ministros, participaron 15 embajadores españoles y 17 italianos en países mediterráneos en un sentido amplio, ya que, entre los españoles, por ejemplo, estuvieron los. destacados en Lisboa y Nuakchot.Cuatro ponenciasTras los breves discursos de Solana y Agnelli, cuatro de los diplomáticos presentes -dos españoles y dos italianos- leyeron sendas ponencias sobre Relaciones entre la Unión Europea y los países árabes del Mediterránea, La OSCE y su dimensión mediterránea, Coordinación y sinergias entre los distintos ejercicios multilaterales y El problema del extremismo en los países árabes, que fueron debatidas.

El encuentro fue valorado por ambas partes como una importante contribución a los preparativos de la conferencia de Barcelona. Se insiste en la conveniencia de reanudar unos contactos bilaterales que, a diferencia de lo que ocurre entre España y Francia, con cumbres periódicas de este tipo, habían decaído debido a la inestable situación que la política italiana ha padecido en los últimos tiempos. La transcendencia de estos contactos crece a medida que se aproxima la cita de 1996 para revisar los principios de la UE.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_