Cunde el ejemplo
Un caso similar al de Manresa saltó a la luz el pasado abril, con el expediente abierto por el Consejo Superior del Poder Judicial (CSPJ), por falta muy grave, al titular del Juzgado de lo Social de Valencia, Joaquín Navarro Fayos, que había almacenado, sin dictar sentencia, 900 casos ya juzgados a comienzos de 1993. El CSPJ acordó finalmente repetir los juicios pendientes, y podría fallar la expulsión del juez de la carrera.Navarro Fayos había sido sancionado levemente en 1992, cuando el Tribunal Superior de Justicia valenciano constató, tras varias denuncias de afectados y de abogados, que el juez había acumulado 150 casos sin resolver.
El magistrado cogió una baja por enfermedad, al parecer una depresión, el pasado enero, y fuentes judiciales señalaron que había pedido una prórroga. Durante su ausencia, el Consejo Superior del Poder Judicial llevó a cabo una inspección y abrió un expediente a Navarro Fayus.
Varios abogados, ante el atasco, habían declarado que sería "una barbaridad" que tuvieran que repetirse todos los juicios, en caso de que Navarro Fayos no volviera a ocupar su puesto como titular.
Entre las causas atascadas hay algunas que afectan a personas pendientes de declaraciones de invalidez absoluta. Los 900 casos envuelven a más de un millar de personas, porque entre ellos hay varios de despidos colectivos.
Navarro Fayos no sería el primer juez expulsado por incurrir en retraso en la administración de justicia. José Manuel Lizosoaín Sasera, titular del juzgado de primera instancia de Leganés (Madrid) fue separado por no haber dictado sentencia, en unos 400 casos en 1992.
