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Revuelo político por la ocultación del vertido de ácido sulfúrico al Manzanares

La reacción ha ido más allá de la química. El silencio del Ayuntamiento de Madrid ante el vertido de 10.000 litros de ácido sulfúrico en el río Manzanares el 10 de marzo de 1993 desencadenó ayer una ola de protestas políticas, sindicales y ecologistas, a las que acompañó la decisión de la fiscalía del Tribunal Superior de Madrid de estudiar la apertura de una investigación.La censura más severa procedió de las filas del PSOE. El hecho de que el accidente ocurrido en el depósito de Papelera Peninsular no fuese dado a conocer a la opinión pública el mismo día -cuando se registraron en el Ayuntamiento cientos de llamadas de vecinos de Arganzuela, donde se ubica la fábrica, alarmados por las emanaciones- fue considerado como "muy grave" por el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, del PSOE. "Me ha sorprendido muy desagradablemente. Supongo que nadie informó por no asustar, aunque esto lleva a sustos más graves", afirmó el dirigente regional, quien, sin embargo, nada dijo del comportamiento de la Agencia: del Medio Ambiente (AMA), que depende de su Gobierno. La AMA, que fue informada por el Ayuntamiento de Madrid un mes y medio después del vertido tóxico, tampoco dio a conocer lo ocurrido. Un silencio que mantuvo incluso con el propio presidente, quien declaró haberse enterado del escape tóxico tras la publicación de la noticia (véase EL PAÍS de ayer).

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Otro líder socialista que atacó el silencio del Ayuntamiento fue Juan Barranco. En el transcurso de una visita electoral a Vallecas, Barranco calificó de secretismo y "muestra de la intolerancia del PP" la actitud de los responsables municipales. En similares términos se expresó Ana Tutor, edil socialista y responsable de medio ambiente de su grupo, quien consideró "grave y peligroso" no informar a los ciudadanos de las consecuencias sanitarias del accidente. Tutor solicitó una investigación minuciosa y aseguró, según Efe, que el PSOE no tuvo hasta ayer "la menor noticia" de lo ocurrido en 1993.

Este pretendido desconocimiento del PSOE municipal contrasta con la constatación de que el expediente abierto contra Papelera Peninsular -por daños al patrimonio- siguiera un trámite público a través de los órganos municipales de gobierno al que podía poder haber accedido la oposición.

El Ayuntamiento ocultó a los vecinos el escape de ácido sulfúrico para "no alarmar"

El expediente por daños pasó por la comisión de gobierno el 25 de febrero de 1994 -reclamación de 2.342.039 pesetas a la papelera- y el 7 de abril de 1995 -desestimación de las alegaciones de la empresa a esa sanción- Aunque la oposición no participa en estas comisiones, el PSOE e IU reciben puntualmente el orden del día.

Una de estas actas informativas, además, no deja lugar a dudas: "Punto 21. Proponiendo desestimar el recurso de reposición interpuesto por Papelera Peninsular (...) y reclamar a la citada empresa 2.342.039 pesetas por los daños ocasionados en el patrimonio municipal como consecuencia del vertido de 10.000 litros de ácido sulfúrico". Una simple lectura del orden del día hubiese facilitado una pista a la oposición socialista, que ayer aseguró no tener la "menor idea" del vertido.

El PP jugó esta baza. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, recordó la tramitación pública de los expedientes para negar la acusación de secretismo. Y añadió: "Quieren sacar con deliberada mala fe asuntos antiguos como si fueran nuevos". El alcalde, con todo, no explicó por qué dos años después sigue pendiente de cobro la sanción.

La defensa más enconada de la actuación del gobierno municipal corrió a cargo de la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre. "No se ocultó nada. No se dio una conferencia de prensa para evitar la. alarma y no hubo peligro para la salud de los vecinos de Arganzuela. Por el contrario, se avisó inmediatamente al organismo competente, la Confederación Hidrográfica del Tajo. A la Agencia del Medio Ambiente se le informó un mes y medio después, porque en aquella época carecía de competencias en este tipo de vertidos

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