La UE retira la licencia a un pesquero español por faenar con redes ilegales en Terranova
XAVIER VIDAL-FOLCH ENVIADO ESPECIAL, Los inspectores comunitarios retiraron ayer la licencia (conocida como TPT) al pesquero Mayi-IV (cuyo armador es Navales Cerdeiras) y le ordenaron regresar a puerto español, aunque el incidente se guardó en la más absoluta reserva. El buque español fue sorprendido faenando con redes ilegales en los caladeros del Atlántico norte (NA-FO) de Terranova, pocos días después de que Canadá y la Unión Europea pusieran fin al conflicto del fletán, el 16 de abril. Sin embargo, la decisión de retirar la licencia no se adoptó hasta ayer.
Los empedernidos no escarmientan. Aunque perjudiquen a su propia causa. El buque español (con base en La Coruña), que faenaba en aguas de la NAFO, despertó las sospechas del navío de inspección canadiense Cygnus, que le sometió a una investigación el 28 de abril y le acusó de haber cortado el copo para eliminar el instrumento del delito. Este instrumento es una redecilla que se superpone a la auténtica red -por eso se la conoce también como doble copo- y que filtra aún más las capturas. Pero los inspectores canadienses no consiguieron reunir las pruebas pertinentes y pasaron la investigación a sus colegas comunitarios embarcados en el Mahón.Red cortada
Estos últimos realizaron su inspección el 30 de abril, también sin resultados concluyentes. Aunque muy poco después, y a menos de una milla de distancia del lugar de los hechos, apareció la red complementaria que había sido cortada, y los controladores de Bruselas lograron establecer que estaba manufacturada en España y pertenecía al pesquero sospechoso. [Un portavoz de la empresa Navales Cerdeira manifestó ayer a este periódico que no tenía "una situación clara sobre cuál era la situación del barco con el que hemos hablado ayer [por anteayer] por la tarde". El interlocutor no quiso entrar en más detalles informa
Este copo tenía un ojo de sólo 76 milímetros, según ha sabido este diario de fuentes con base en Bruselas, aunque todas las autoridades, tanto canadienses como comunitarias, han guardado silencio, quizá en un intento de no reverdecer la pasada crisis. El mínimo legalpara las redes es de 120 milímetros.
El buque Estai, cuyo apresamiento originó la llamada guerra del fletán, disponía de unas redes que Cumplían holgadamente ese mínimo, al ser de 129,6, 130,2 y 127 milímetros, según certificaron poco antes de su secuestro los propios inspectores canadienses. El ojo es el espacio de luz existente entre el trenzado de las redes: la escasa dimensión del ahora recuperado no permitía a las crías sortear la captura.
Consecuentemente, los inspectores comunitarios retiraron ayer al Mayi-IV la PTP, o licencia, y le ordenaron volver a puerto español. El barco será sometido a un nuevo examen a cargo de los controladores que viajan a bordo de la patrullera española Atalaya, que precintarán las redes, en cumplimiento de los acuerdos firmados por Canadá y la UE. Este navío ya había sido objeto anteriormente de las sospechas canadienses, cuyas autoridades pesqueras protagonizaron un conato de abordaje, el pasado 26 de marzo, sobre el mismo.
La sanción se impuso precisamente ayer, el mismo día en que el presidente de la Comisión, Jacques Santer, y el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, mantenían en París -donde se hallaban para festejar el 50 aniversario de la victoria de los aliados en la segunda guerra mundial- un amistoso encuentro. Ambos expresaron su deseo de "cicatrizar las heridas" ocasionadas por el conflicto pesquero., Santer afirmó que "ha llegado ya la hora de curarlas y de reencontrar un clima sereno" para las relaciones eurocanadienses. Los dos mandatarios hicieron votos para que el acuerdo se aplique "honestamente" y se eviten así nuevos litigios. Ayer partió hacia las aguas de Terranova el remolcador de la Armada española Las Palmas.
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