"Mi colegio es un pequeño planeta"

"Tengo un amigo negro, otro marroquí y otro con los ojos rasgados. Todos jugamos juntos en el colegio, como en un pequeño planeta", contaba un alumno español de siete años en el patio de recreo del Centro Público de Estudios de Aravaca.Al colegio, según informa Stone Press, llegan niños de todas las edades y colores. A saber: 21 marroquíes, que son mayoría entre los extranjeros; República Dominicana, 12; Cabo Verde, 6; Guinea-Bissau, 6; Portugal, 5; Filipinas, 4; Colombia, 2; Angola, 2; Perú, 2; Bulgaria, 1; Venezuela, 1, Senegal, 1; China, 1. La mayoría de ellos no saben castellano y muchos vienen en un estado de auténtica miseria. "Una vez llegó un marroquí de sólo tres años que parecía un animalito. Impregnaba de olor a mugre a toda la clase, ahora es un hombrecito al que baña y cuida su hermana mayor", narraba Pilar Alonso, profesora de educación primaria. Cabe resaltar la dura labor que el profesorado del centro desarrolla a diario para lograr la integración de los extranjeros entre sus compañeros españoles.

El profesorado explica: "Al venir de otras culturas se sienten inferiores y pierden su autoestima". Nayet, una alumna marroquí de 16 años, comentaba: "Al principio no podía jugar con los demás niños porque no entendía nada de español y eso me hacía sentir muy sola". Para vencer ese sentimiento, los profesores deben coordinar actividades lúdicas que no requieran palabras. El aprendizaje del castellano es el primer paso para la integración de los alumnos foráneos. Pilar Pérez, pro fesora de español, comenta: "No pretendemos la inmersión de una cultura dentro de la es pañola, sino que buscamos el enriquecimiento mutuo que proviene de la diversidad de hábitos entre nuestros alumnos". El colegio fomenta la coopera ción entre los alumnos de distinta nacionalidad. Una profesora puede pedir ayuda a un alumno avanzado de la clase para que enseñe a los que van atrasados en el desarrollo de la materia.

Por contra, la mezcla de culturas también puede ocasionar un retraso considerable en la enseñanza general de todos los alumnos del colegio. Si el porcentaje de estudiantes extranjeros aumenta (actualmente es del 31%), los alumnos españoles sufrirían un retraso considerable en su enseñanza. Esta es la principal preocupación de la asociación de padres de alumnos: "A nosotros no nos importa que vengan al centro niños de otros países, pero tampoco podemos aceptar que nuestros propios hijos se vean perjudicados por ello".

La APA reclama al Ministerio de Educación más profesores en el centro para conseguir un. seguimiento más cercano de los alumnos. Asimismo, este ente busca la colaboración de los otros centros: "Si los niños extranjeros, ni se notarían; entonces sí se conseguiría una verdadera integración".