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200 hijos de inmigrantes marroquíes reciben clases de árabe en la escuela

El calendario escolar de Ahmed y de Jamal, de 11 y 12 años, tiene una asignatura complementaria: lengua y cultura árabes. Mientras otros alumnos de su colegio, el Asunción de Nuestra Señora (Pozuelo de Alarcón), van a clase de ética, estos dos hermanos, nacidos en España de padres marroquíes, mantienen sus raíces sin atravesar el Estrecho. Son dos de los 200 hijos de inmigrantes magrebíes asentados en siete municipios del noroeste que desde marzo reciben clases de árabe en la escuela.

Ahmed y Jamal hablan un perfecto castellano y en casa, con sus padres, se expresan en árabe. Sus progenitores siempre han intentado que aprendan todo lo que la escuela les ofrece sin olvidar su cultura de origen. "Antes íbamos a clase de árabe a la mezquita, después nos apuntaron en el centro cutural de Majadahonda y desde que el profesor empezó a venir a la escuela aprendemos aquí y en la mezquita", relatan.Como en su colegio sólo hay una docena de niños marroquíes y cada uno tiene un nivel diferente, algunos, como ellos, están solos en clase con el profesor. "Eso es un poco aburrido", explican. Dicen que el árabe es un idioma muy dificil. "Yo creo que el más dificil, sobre todo conjugar los verbos", asegura Jamal.

Esta experiencia está en marcha en 12 colegios de Collado Villalba, Fresnedillas de la Oliva, Majadahonda, Pozuelo de Ararcón, Valdemorillo, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo, municipios con numerosa presencia de inmigrantes magrebíes.

En cinco de estas localiades, los chiquillos reciben las clases fuera del horario lectivo. Sólo en cuatro centros de Pozuelo y en uno de Villanueva del Pardillo la clase de árabe está incluida dentro de las horas de escuela. En algunos centros también se han apuntado niños españoles.

Charo Alonso, directora del colegio Asunción de Nuestra Señora, explica que decidieron apuntarse al programa de árabe porque iba en consonancia con la línea educativa de esta escuela, con 258 alumnos.

"Tenemos casi un 10% de hijos de inmigrantes, la mitad de ellos marroquíes, por eso intentamos hacer mucho hincapié en la integración de minorías étnicas", asegura.

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"El objetivo no es sólo que los chavales mantengan sus raíces, también queremos que las clases de árabe nos sirvan de puente entre el centro y sus familias, que a veces no vienen demasiado por la escuela aunque sabemos que valoran mucho la educación de sus hijos", añade Alonso. "Nos pareció que incluir el árabe en el horario lectivo era una forma de darle mayor valor, queremos que el profesor de árabe sea uno más en el claustro de profesores", concluye.

El programa parte de un convenio firmado el pasado verano entre España y Marruecos. El propósito era iniciar en marzo este plan experimental. Pero retrasos en la contratación de los seis profesores por parte de Marruecos demoraron la iniciativa hasta marzo. En junio, los coordinadores del programa decidirán si se amplía a otras zonas.

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