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Reportaje:

El primer yacimiento europeo de ámbar con insectos del cretácico inferior, hallado en Álava

Pedro Gorospe

, Tiene patas y antenas, como todas la demás, pero les lleva cien millones de años de ventaja. Es posiblemente la hormiga más antigua del mundo, y junto a ella comparten un rojizo panteón de ámbar avispas, ácaros, arácnidos, varios tipos de escarabajos, moscas y mosquitos que tuvieron el acierto para, la ciencia de salir a pasear un día del cretácico inferior -hace entre 97 y 112 millones, de años- y quedarse pegados a la resina que rezumaba de los árboles, Dos aficionados a la paleontología son los autores del hallazgo en la sierra Cantábrica, a unos veinte kilómetros de Vitoria, en Álava: unos 50 especímenes han aparecido ya perfectamente conservados cuando todavía falta por inspeccionar más de! 60% del material hallado.Según algunas publicaciones especializadas sólo en dos de los yacimientos de ámbar del mundo -Líbano y Alaska-, pertenecientes al cretácico inferior, la época de los grandes dinosaurios, se han encontrado insectos. El de Vitoria sería, pues, ell primero de Europa y según el director del Museo de Ciencias Naturales de Vitoria, Jesús Alonso, es "posiblemente el más importante, por la cantidad de individuos encontrados, por su estado de conservación, y porque casi con toda seguridad nos encontramos ante los insectos más antiguos de los que la ciencia tiene constancia".

Alonso coordinará un equipo que debido a lo reciente del descubrimiento, todavía. no se ha formado, pero en el que estarán, "en breve" los mejores especialistas en estratigrafía y sedimentología, paleontología, palimnología (polen y esporas), físicos y fisicoquímicos reclutados en la Universidad Complutense, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Universidad Central de Barcelona, Universidad del País Vasco y Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Álava.

El único nombre del equipo conocido hasta, ahora es el del conservador. de ámbar y especialista en sus contenidos que trabaja en el Staatlisches Museum für Naturkuride de Stuttgart, el doctor Schlee.

Él fue el primero que conoció la aparición de los insectos y cuya acreditada opinión, fue decisiva, hace unos 12 meses, para iniciar las excavaciones a gran nivel. Desde entonces los discretos trabajos han sido de extracción y preparación de los lotes.

Vitoria inundada

En esa época del cretácico inferior la línea del mar estaba al sur de Álava cubriendo el resto del País Vasco. En ocasiones sus olas golpeaban con fuerza en algunas rocas que anunciaban la posterior formación de la sierra de Cantabria. Vitoria inundada y el monte Gorbea, plano y sumergido, serian, con toda probabilidad el escenario subacuático de peleas entre tiburones, mientras en La Rioja paseaban, en medio de, una vegetación tropical exuberante, diversas especies de dinosaurios.

Una simulación del paisaje y vida. animal de aquella época permite también establecer un gran paralelismo entre la diversificación. de las especies arbóreas y la de los insectos. Entre las pri meras abundaban las coníferas y fanelógamas (árboles con flor), principales generadoras de resinas.

El atractivo de esas sustancias, que rezuman de los troncos de los árboles, fue para los insectos su perdición. Se acercaron y se quedaron atrapados en el considerado mejor recipiente para conservar estructuras biológicas. Fueron cubiertos por más resina, y finalmente enterrados al caer las bolas al suelo, permaneciendo intactos y en tres dimensiones a lo largo del tiempo. En los últimos años ha aumentado el interés por estos restos ya que se ha conseguido aislar material genético en insectos conservados en este material de distintas épocas.

El ámbar es un nombre genérico que se aplica a todas las formas de resina fósil, aunque el más auténtico es el que contiene succinita, que procede de la Pinites succinifer, la conífera de la que se cree procede el ámbar báltico. Tiene un bajo peso específico y es fácilmente trasladable por las aguas. Los depósitos de ámbar coinciden en Alava con zonas de inundaciones, en las que se han encontrado carbones procedentes de acumulaciones orgánicas, y arenas que trasladaban las crecidas.

La datación de los insectos envueltos en ámbar se ha realizado a partir del mapa geológico establecido por los especialistas para todas las rocas del mundo, a través de mediciones precisas en algunos puntos concretos del globo. Concretamente aparecieron en una capa inmersa dentro de otra mucho mayor conocida de manera universal como Facies utrillas, (las mayores acumulaciones de este terreno están en Utrillas, Teruel), y está formada por grandes depósitos de arenas con capas &el material orgánico que arrastraban las aguas.

Edad geológica

Según el personal técnico del museo ni siquiera es necesario realizar pruebas químicas para precisar la antigüedad del ámbar porque ', ya está establecida la edad de la. capa geológica en la que han aparecido".

El Museo de Ciencias Naturales de Vitoria está a la espera de recibir varias espectrometrías de rayos infrarrojos del ámbar para establecer similitudes y diferencias respecto a otros ámbares recogidos por el mundo. Quizá se realicen también cromatografías de gases para determinar la naturaleza del ámbar.

En él caso concreto del yacimiento alavés, la sierra de Cantabria, la excavación ha afectado a dos kilómetros cuadrados, a pesar de existir la constancia de que hay más yacimientos. Algunas de las bolas de ámbar fosilizadas son mayores que un pomelo, pero también se están estudiando millares de pequeños trozos, en cuyo interior reposan después de un sueño de 100 millones de años insectos que miden entre, uno y cinco milímetros.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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