El tribunal militar guineano retrasa la sentencia contra Moto por alta traición
El tribunal militar que el miércoles juzgó a Severo Moto, principal líder de la oposición guineana y presidente del Partido del Progreso (PP), el más importante de Guinea, aplazó ayer la sentencia contra el rival de Teodoro Obiang, presidente del país, y otros nueve procesados por alta traición sin explicar las razones. El juicio se celebró en el cine Marfil, en Malabo, y para ayer, a las diez de la mañana, se preveía que se conociese el fallo. Sin embargo, el tribunal se reunió a mediodía, pero para celebrar otros juicios sumarísimos. Obiang recibió ayer al embajador de España, José María Otero, durante dos horas.
El tribunal militar celebró ayer juicio sumarísimo contra el militar Camilo Ndong, que mató a un joven campesino bubi, Faustino Chulecopa, el pasado día 14 en la localidad de Basupú (isla de Bioko). Hoy tiene previsto celebrar otro más contra el tristemente célebre comisario Cayo Ondó Mbá, guardaespaldas de Obiang y torturador profesional, acusado de asesinato ritual de un campesino en la carretera que va de Malabo al aeropuerto. No se conocen las penas solicitadas en estos dos casos.En el proceso contra Moto, el fiscal militar pide para éste 30 años de cárcel, inhabilitación política y disolución de su partido, además de penas de muerte para otros dos procesados y entre cinco y 25 años de cárcel para los restantes. La defensa pidió la absolución basándose en la inexistencia de pruebas suficientes y en que las declaraciones de los implicados que figuran en el sumario fueron extraídas mediante tortura.
Los abogados defensores de Moto creen que el tribunal de Obiang pretende dictar todas las sentencias juntas hoy, mañana o el lunes para vincular el Juicio "a dos de los suyos" con el proceso por alta traición.
Su objetivo sería que si hay indulto resulten beneficiados también el comisario Cayo y el militar Ndong, y si hay que ejecutar a los dos del proceso contra Moto sean ejecutados también aquéllos como prueba de que "la justicia en Guinea es igual para todos".
Plácido Micó, coordinador de la Plataforma de Oposición Conjunta (POC) y líder de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), indicaba ayer a EL PAÍS, en tomo a la disolución del partido de Severo Moto, que, en principio y a pesar de ello, la POC seguirá con su política de presentarse a las elecciones municipales de mayo. "En otro caso, haríamos el juego al régimen de Obiang, que lo que quiere es precisamente eso. Obiang no quiere las elecciones y para él sería fantástico que la POC renunciase".
Micó añadió que la disolución del PP significa que Obiang "quiere hacer desaparecer a la oposición. Ése es su claro objetivo". Micó agregó que en cualquier caso, y aún con el PP disuelto, las personas que lo integran no pueden ser también disueltas, por lo que podrán presentarse a las municipales bajo las siglas de la POC, si es que al final se celebran las municipales y el dictador no acaba suprimiendo a toda la oposición.
Ambiente enrarecido
El juicio militar contra Moto y las graves penas solicitadas por el fiscal, los ataques del régimen guineano contra España y la sistemática violación de los derechos humanos con la detención, encarcelamiento y tortura de miembros de la oposición política en vísperas de las elecciones municipales de mayo han enrarecido gravemente el ambiente en Malabo. El presidente ecuatoguineano protagoniza una escalada de acusaciones contra España. "Estos dos últimos días, la radio y la televisión guineanas nos está bombardeando con comunicados y declaraciones contra España. Obiang intenta por todos los medios apartar a España del proceso democrático en Guinea", explica Celestino Bacale, secretario de relaciones internacionales del grupo opositor Convergencia para la Democracia Social.
Obiang recibió el martes al delegado del Programa de la ONU para el Desarrollo, Michael Askwith; el miércoles, al encargado de negocios norteamericano, Joseph O'Oneill, y al embajador francés, Jacques Gazon, y ayer al embajador de España, José María Otero, ante quien el dirigente guineano volvió a acusar a España de estar formando mercenarios en Las Palmas, Madrid y Barcelona para invadir Guinea y de buscar un cambio violento en el país, según fuentes opositoras. La entrevista con Obiang se prolongó durante dos horas (de 12.30 a 14.30).
"España debe adoptar una actitud más firme con Obiang, porque de otro modo la salida a la situación que vive el país no va a ser pacífica, y la población está decepcionada porque vincula a España con el cambio democrático. Tendremos que coger los machetes y echarnos a la calle antes de que el dictador nos elimine uno a uno", comentaba ayer un líder de la oposición, indignado por lo que él definió como "postura conciliatoria" de la Embajada española en Malabo.
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