La sombra de la Bastilla
, La presencia de Daniel Barenboim en París despierta gran expectación sea lo que sea lo que vaya a hacer.
Sus 15 años al frente de la Orquesta dé París y su controvertido nombramiento como director musical de la Ópera de la Bastilla y posterior cese fulminante, en enero de 1989, cuando Pierre Bergé fue nombrado director del ente ópera de París, del que depende la Bastilla, todavía son motivo de tensión.
Daniel Barenboim duda casi 30 segundos antes de responder si hubiera aceptado dirigir la compañía de la Staatsoper de Berlín en la Bastilla si hubiera sido esta institución, y no el teatro Chatelet, la que le hubiera invitado.
"Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que la Bastilla me invitara a dirigir la gira de la Staatsoper en ese teatro. El de la Bastilla es un capítulo cerrado. Ni siquiera están los que estaban", dice muy serio.
Para Barenboim, pensar en Francia es pensar en la Orquesta de París. "Allí estuve durante 15 años. Nunca pienso en otra institución musical francesa que no sea la Orquesta de París", asegura.
"Si la Bastilla me hubiera hecho la, oferta de dirigir allí hace unos anos, habría dicho que no, por supuesto. Ahora ya no hay motivo para negarse, pero yo nunca dirijo en un teatro de ópera que no sea la Staatsoper, salvo cuando la ,Compañía va de gira", añade.
Bareriboim fue nombrado en 1992 director musical de la Staatsoper. Su contrato expira en el año 2002 y cobra un millón de marcos alemanes (90 millones de pesetas) por cinco meses de trabajo al año en el foso de la orquesta y por tres conciertos, ya sea como director, pianista solista o pianista acompañante.
Barenboim. compagina la titularidad de la Staatsoper con la dirección musical de la Orquesta Filarmónica de Chicago, que le ocupa cuatro meses al año. El resto lo dedica a giras y a participar en los festivales de Salzburgo y Bayreuth.
Babelia
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