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Las autoridades españolas, alertadas sobre un mercado negro de CFCs procedentes de Rusia

La fabricación y comercio de los gases está prohibida desde el 1 de enero en la UE

La Administración ha sido alertada de la existencia de un mercado negro de gases CFCs, cuya fabricación e importación está prohibida en la UE desde el, pasado 1 de enero por ser perjudiciales para la capa de ozono que rodea la Tierra. Algunas pequeñas empresas, según los datos de que disponen la organización ecologista CODA y empresas productoras e importadoras de CFCs, bajo la normativa de la UE, están ofreciendo a los fabricantes del sector de la refrigeración y climatización gases CFCs procedentes de Rusia, país que sigue fabricándolos.

, Según fuentes del Ministerio de Obras Públicas (MOPTMA) se han comunicado a las autoridades responsables del comercio exterior las informaciones. relativas a la importación ilegal de CFCs en España, suministradas por. algunas empresas que están reorientando su actividad hacia la producción de gases alternativos a los CFCs y que se ven amenazadas por un mercado negro de estos gases. La organización ecologista CODA asegura que existen al menos dos empresas, una de ellas filial de otra con sede en Gibraltar, que ofrecen a fabricantes de aparatos de refrigeración los CFCs ilegales, a un precio más barato que los importadores legales, a cambio del pago en metálico en dólares. También señala José Santamarta, de CODA, que al menos una empresa que importa legalmente CFCs ha comunicado sus sospechas sobre el contrabando por escrito a las autoridades, entre ellas al MOPTMA.José Ramón González Lastra, director general de Política Ambiental, niega tener conocimiento de denuncia alguna, incluso anónima sobre este tema. "Si tuviéramos constancia de un hecho asi lo investigaríamos, como hemos hecho con los vertidos de plásticos; en cuanto hemos podido establecer una relación con un importador hemos pedido a Aduanas que nos investigue la actividad de ese importador. Cualquier cosa que hubiera llegado a la Secretaría de Estado me habría llegado porque al final quinenes actuamos en este tema somos nosotros".

Un directivo de Elf Atochem, el único productor actual de CFCs en España, señala que los datos de que disponen indican la existencia de este mercado negro y que así lo han comunicado a las autoridades La empresa no tiene, afirma por qué hacer el trabajo de policías. Elf Atochem producirá este año los CFCs con dos fines, la exportación al Tercer Mundo y los llamados consumos esenciales, fundamentalmente médicos. Ayer no fue posible obtener respuesta de Solvay y Friogas, empresas que habrían comunicado igualmente sus sospechas a la Administración.

Movimiento libre

Si los CFCs llegan a las aduanas bajo la falsa denominación de propano, butano o algo así, es difícil detectar su entrada, explican en el MOPTMA y lo que se puede hacer es estar alerta ante nuevas importaciones. Además, puesto que el movimiento de CFCs entre los países de la UE es libre, las partidas ilegales procedentes de Rusia para el mercado negro bien podrían entrar por aduanas de otros países europeos y dirigirse luego hacia el mercado ilegal.

Desde el 1 de enero de 1995 está prohibida la fabricación e importación de clorofluorocarbonos (CFCs) en la Unión Europea, que ha adelantado un año la fecha límite para esta prohibición fijada en el protocolo de Montreal de 1987, ratificado por 93 países. La entrada en vigor ha trastornado los mercados y la situación general es todavía de rodaje.

Reutilización

Las empresas de refrigeración son las que llevan más retrasada la reconversión. Éstas han criticado la falta de instalaciones para la recuperación de estos gases y su reutilización, lo que está permitido. La primera industria de este tipo se inauguró el 6 de abril en Navarra.

Los CFCs son considerados culpables del alarma ante deterioro de la capa de ozono estratosférico, que protege la vida en la Tierra al filtrar los rayos ultravioleta del Sol. Este detereioro se ha manifestado especialmente en el adelgazarniento de esta capa sobre la Antártica en la primavera austral.

Los productos sustitutos (los HCFCs) también dañan la capa de ozono aunque, en menor medida y está prevista su sustitución en 2014. La organización, ecologista Greenpeace presentó ayer en Barcelona un camión supermercado con tecnología de refrigeración basada en otros productos distintos de los CFCs y los HCFCs.

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