Los olvidados profesores de Instituto

De los 15.000 profesores asociados de Universidad, unos 3.000 provienen de los institutos de bachillerato y trabajan a tiempo parcial. Éstos sí que lo tienen crudo. Nacieron hace cuatro años de una política ministerial liderada por Joaquín Prats, subdirector de Formación de Profesorado, que promocionaba la colaboria0ión entre las enseñanzas medias, y la Universidad. Siempre se ha dicho que había demasiada separación y desnivel entre Universidad y Enseñanzas Medias.Contratar profesores de bachillerato en la Universidad puede ser una fórmula para construir un puente entre ambas aunque no falta quien dice que es una manera de contentar a profesores de Secundaria que, frustrados en su trabajó, ven una posibilidad de promoción.

Estos asociados están en la cuerda floja. Por un lado, porque los propios asociados de Universidad ven en ellos -doctores, con diversos cursos de formación y publicaciones en su haber- unos verdaderos contrincantes a los que rechazan, sobre todo, en momentos de dificultades laborales. "Al final y a la postre", dice un asociado de la Complutense, ellos tienen un trabajo fijo en los institutos". Son competidores' peligrosos si, en algún momento, se convoca un concurso para una plaza de titular universitario.

Se sienten engañados

Los asociados de instituto ganan menos de la mitad (49.000 pesetas brutas mensuales) que los de Universidad porque, en principio, sólo dan tres horas de docencia, dos de investigación y una de tutorías. En algunos casos, la realidad es otra, como se queja un profesor de Madrid que da 4 horas de clase semanales y se siente "engañado, porque el rector nos ofreció un futuro prometedor para el acceso a la titularidad y, ahora, nos va a poner a todos en la calle arguyendo que se acaba nuestro contrato". Además", añade, "traen a catedráticos en comisión de servicios que se acaban quedando en la universidad y traen a todo su equipo de la ciudad en la que estaban antes". "Así es como se crean las clientelas", puntualiza.

Los asociados de instituto, que se ven a un paso de ser expulsados de las universidades, piden tener un margen para poder concursar a la titularidad en igualdad de condiciones que los asociados de Universidad. Y piden, también, que, en aquellas universidades donde se están creando nuevas licenciaturas como, por ejemplo, la de Humanidades en la Carlos III de Madrid, los rectores contraten docentes de instituto como asociados bien como profesores tutores de profesores en las escuelas de formación, bien para los cursos de adaptación pedagógica (CAP).