La fama, el carácter o el sexo

Entre los pacientes, lo bueno, malo, amable o aconsejable que es un médico concreto se corre de boca en boca. Es la publicidad más segura, aunque en el mes largo que lleva en práctica el programa piloto del Insalud, unos catálogos informan al usuario sobre la oferta de especialistas y, además, es el propio médico de familia el que suele aconsejar en, función de sus preferencias. En el caso de una joven madrileña de 29 años, casada y madre de un niño, la referencia fue su suegra. Iba con ella generalmente a la consulta del dermatólogo y, a la hora de elegir, optó por el mismo. "Ha sido tan sencillo que me ha sorprendido", relata. "El problema es cuando no tienes ninguna referencia".Escoger al médico recomendado tiene un riesgo que es la lista de espera. En el caso del dermatólogo, la paciente tuvo que esperar un mes. Los tiempos de espera de cada especialista también se recogen en el listado a disposición de los pacientes para que ellos mismos juzguen.

María Teresa Sánchez, de Salamanca, solicitó el cambio porque el médico elegido había tratado a una prima suya "y a ella le había ido muy bien". En el caso de la ginecología se da un fenómeno, según reconocen los propios médicos, y es que las mujeres prefieren que sea otra mujer la que les atienda.

Otro salmantino, Javier Arturo Gómez, buscaba una relación más cercana con su facultativo, un frecuente motivo de insatisfacción. ."Por lo menos", comenta, "el nuevo médico parece se interesó más por mí el otro día".