Salamanca rompe su oferta clásica con un museo modernista
Salamanca cuenta desde comienzos. de este mes con un nuevo museo, porque la Casa Lis ya alberga las 1.500 piezas que configuran las 19 colecciones de art nouveau y art déco donadas por el anticuario Manuel Ramos Andrade, fondos valorados en más de 20.000 millones de pesetas y distribuidos por 20 salas de un edificio modernista, en contraste con la Salamanca clásica.En una ciudad cargada de monumentalidad clásica -sus casi doscientas hectáreas del barrio antiguo suponen la superficie más amplia de España-, la construcción, a principios de siglo, de la Villa Lis, como se la denominó entonces, representó un desafilo muy criticado en el ámbito ciudadano. Pero ahora aquel edificio, ya asimilado, abre una nueva brecha. Por ello, el alcalde de Salamanca, Jesús Málaga, ha señalado que "éste no es un museo cualquiera, y en esta ciudad la distinción se acentúa aún más por el contraste que marca".
El edificio modernista de la Casa Lis -1.720 metros cuadrados en dos plantas- acoge en sus 20 salas gran cantidad de piezas de diferente expresión modernista de gran valor, en no pocos casos piezas únicas. Esas 1.500 obras son fruto del afán coleccionista de un anticuario, Manuel Ramos Andrade, que nació en el pueblo salmantino de Navasfrías, emigró a Barcelona, don de hizo fortuna, y dedicó su afán y dinero al coleccionismo de piezas de art déco y nouveau. Barcelona hizo lo posible por retener las colecciones, pero finalmente fueron a Salamanca. El Ayuntamiento ha invertido más de trescientos millones de pesetas en acondicionar el edificio.
Cristaleras
La adecuación de la Casa Lis ha originado una recuperación en la que, sobre todo, destacan dos aspectos: por un lado, la vidriera de la segunda planta, con una cristalera modernista que ha ideado Villaplana, y la cristalera que cierra el patio central.
Se trata, de obras muy selectas, organizadas en 19 colecciones de diferentes etapas modernistas. Para él responsable del museo, la colección de 300 muñecas de cabeza de porcelana es el contenido más importante' y la considera la exposición más destacada del mundo en su clase.
En las dos plantas de la Casa Lis se disfruta, además, con un centenar de Criselefantinas (estatuillas en bronce y marfil) con firmas de todos los maestros del género, medio centenar de caracteres de pequeño formato, bronces, bronces vieneses, bellezas de baño, -porcelanas de Biscuit, jarras, joyas, esmaltes, abanicos, pañuelos, esculturas de línea Hagenaüer, marfiles, muebles, pinturas (Gris, Sorolla, Nonell, Teixidó, Villaplana, Fortuny, Lamas, Mariscal, Masses, Torné), tarjetas, vestidos...
El museo podrá acoger simultáneamente a 350 visitantes y durante tres meses el recorrido será gratuito. El edificio modernista, que utiliza la clásica piedra dorada, comenzó a construirse en 1900 por iniciativa de un fabricante de curtidos -Miguel de Lis- y fue obra del arquitecto Joaquín de Vargas.
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