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Borrell gana la primera batalla judicial sobre la autovía Madrid-Valencia y el río Cabriel

José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, ha ganado la primera batalla judicial en su contencioso por la autovía Madrid-Valencia con el presidente de Castilla-La Mancha, el también socialista José Bono. La Sección Primera de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ha denegado la suspensión provisional de la ejecución de las obras de la autovía Madrid-Valencia en el tramo comprendido entre las localidades de Minglanilla (Cuenca) y Caudete de las Fuentes (Valencia) en la zona de las Hoces del río Cabriel.

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Según fuentes de la Audiencia Nacional, la decisión de los magistrados afecta al proyecto en lo relacionado con el trabajo de oficina y no supone la entrada automática de las excavadoras en las hoces. Por ello, el tribunal considera que la negativa a la suspensión no puede generar en sí misma perjuicios de difícil o imposible reparación.La decisión fue tomada por Juan Antonio Rossignoli Just, presidente de la Sección Primera, y los magistrados José Luis Requero Ibáñez y Alfredo Roldán Herrero. Éste último, como ponente de la resolución, señaló que se han intentado armonizar varios intereses: la mejora de la red viaria, el respeto medioambiental y el aspecto económico.La resolución judicial se ha adoptado sin perjuicio de que, si posteriormente sobrevienen razones que hagan necesario un cambio debidamente justificado y detallado, el tribunal pueda cambiar de criterio.El trazado por el tramo de las Hoces del Cabriel fue objeto de diversas impugnaciones ante la Audiencia Nacional. Entre ellas, una de IU solicitando la suspensión del proyecto, a lo que inicialmente se adhirió el Gobierno de Castilla-La Mancha, que posteriormente desistió del recurso al aprobar una ley de protección de la zona.Frente a estos recursos, Obras Públicas alegó que la suspensión perjudicaría el interés general de la mejora en las comunicaciones. Añadía que el trazado de las obras no perjudicaría al medio natural.

El tramo entre Minglanilla y Caudete de las Fuentes que sortea el río Cabriel es el último que falta por definir para completar el desdoblamiento de la autovía N-III entre Madrid y Valencia.

Aquí es donde se acumularon todos los problemas. Tanto las declaraciones de impacto ambiental como las alegaciones de instituciones públicas. La Junta de Castilla-La Mancha y el departamento de Medio Ambiente de la Generalitat valenciana rechazaron las dos soluciones que discurrían por el sur; una porque afectaba a las denominadas Hoces del Cabriel y las otras por su impacto en el paraje de los Cuchillos.Todos apostaban por una tercera alternativa: la A, la más próxima al trazado actual de la carretera, que se sitúa junto a la presa del pantano de Contreras. Compartía estos criterios la propia Dirección General de Medio Ambiente, dependiente del Ministerio de Obras Públicas.

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Informes técnicos

El entonces titular de esta dirección, Domingo Jiménez Beltrán, señaló en la declaración de impacto ambiental que, si el ministerio optaba por otra alternativa que no fuera la A, antes tendría que demostrar con informes técnicos que resultaba de todo punto imposible.

La Dirección General de Carreteras y el CEDEX (un centro de investigación de Obras Públicas) cumplimentaron ese mandato. Las conclusiones descartaban la alternativa A por la imposibilidad técnica de ejecutarla.

Las márgenes del río Cabriel, al pie mismo de la presa de Contreras, están afectadas por dos placas geológicas deslizantes que impiden el asentamiento de los pilares para sostener una autovía. La propia presa corre riesgo de inestabilidad, y son perceptibles las grietas provocadas por estos deslizamientos en las casas del poblado que sirvió de alojamiento para los trabajadores que construyeron la presa.

El 3 de agosto de 1994, el ministro Borrell optó por aprobar la alternativa C corregida unos 300 hacia el norte para no tocar el inicio de las Hoces del Cabriel. A partir de esta decisión comenzó la guerra de la N-III y la sucesiva impugnación de la opción C por ecologistas, Izquierda Unida y el Gobierno de José Bono.

El ministro manifestó ayer que no tenía constancia oficial de la decisión del tribunal, pero que, cuando se confirme, será motivo para "congratularse".

En el mismo sentido, el presidente de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma, calificó la noticia de "muy buena y positiva" y emplazó al ministerio a agilizar ya el tramo pendiente".

El consejero de Obras Públicas de la Generalitat valenciana, el socialista Eugenio Burriel, se refirió al auto de la Audiencia Nacional como "una buena noticia para millones de españoles que utilizan esa vía para llegar a la Comunidad Valenciana", informa Francesc Bayarri. Burriel aseguró que la decisión judicial confirma que la Opción C es "la más adecuada", la que más rápidamente podía abordarse y la que consigue un mayor "equilibrio ecológico". Además, es la que tiene un coste menos exorbitante, según el consejero valenciano.

Burriel aprovechó para pedir al ministerio que agilice los trámites y que pueda licitar ese tramo antes de finalizar el año. "En tres años podría estar concluida toda la autovía".

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