La Comisión lanza una ofensiva diplomática para forzar a Canadá a que mejore sus condiciones
El clima de la negociación pesquera ha cambiado. La Comisión Europea lanzó ayer una ofensiva diplomática "de alto nivel" para forzar a Canadá a que mejore sus ofertas -sobre todo de las cuotas de capturas, como reclama España- y también para recuperar al Reino Unido para la solidaridad comunitaria. Londres parece volver al redil. El Ejecutivo comunitario cumplió ayer su palabra. No elevó a propuesta formal las conclusiones de las negociaciones técnicas: reconoció que hay aún muchas lagunas. Aplazó cualquier conclusión, al menos, hasta el próximo domingo. Y se alineó con España en la exigencia de que el Gobierno de Ottawa renuncie a establecer un box reservado sólo para sus pescadores.
La ofensiva diplomática la encabezan el presidente, Jacques Santer, y los comisarios de Pesca, Emma Bonino, y de Relaciones Internacionales, Leon Brittan. Santer insistió ayer tarde al primer ministro canadiense, Jean Chrétien, en una conversación telefónica, a que mejore sus condiciones, particularmente sobre las cuotas. Bonino y Brittan realizaron también gestiones "de alto nivel", dijeron fuentes de la Comisión.Y el británico Brittan se despachó a gusto por la televisión canadiense, acusando a Ottawa de "violación flagrante de la ley internacional" y reclamando mejoras de su oferta: "España ya ha tenido que sufrir una enorme reducción de su cuota y también ha realizado un enorme esfuerzo en la reconversión del sector", dijo. A esta ofensiva, originada por o sumada a la firmeza de las posiciones españolas expresada el martes le ha seguido un primer resultado: Londres ha empezado a volver al redil. El secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, trató ayer de convencer a su homólogo canadiense de que flexibilizase sus posturas.
[Canadá, por su parte, respondió a través de su ministro de Pesca, Brian Tobin, urgiendo a la UE a que apruebe un acuerdo para acabar con la disputa y advirtiendo que los congeladores españoles no pueden seguir pescando como si nada mientras la UE toma una decisión, informa Reuter.]
"La negociación no ha acabado, sobre todo en lo referente a las cuotas de capturas", dijo el director general de Relaciones Exteriores de la Comisión, Horst Krentzler, a los 15 embajadores adjuntos reunidos por la tarde en el Coreper. Cumplía así el compromiso de no presentar una propuesta contraria a los intereses españoles. La negociación no sólo no ha acabado, dijo el funcionario, sino que Continuará, por lo menos hasta el domingo, cuando quizá las posiciones se hayan acercado lo bastante como para hacer una propuesta a los ministros de Asuntos Exteriores, que se reúnen ese día en Consejo. Nada pues, de cerrar la crisis en falso.
En la discusión, intervinieron los embajadores adjuntos español, Carlos Bastarreche, y portugués. El español rechazó las moratorias e insistió en que "Canadá busca la paridad política de capturas con la UE, y no criterios objetivos para fijar las cuotas" y criticó la pretensión de otorgar a Rusia 3.400 toneladas, cuando pescó 543 en 1994. El portugués también "reaccionó fuertemente". La mayoría escucharon, a la espera de lo que digan hoy los ministros del ramo en el Consejo de Pesca.
Krentzler les entregó, a título informativo, la agreed minute o "rendición de cuentas",- trece páginas de actas que resumen lo negociado, copia de las cuales dispone EL PAÍS, y que confirman lo esencial de lo ya publicado:
-CUOTAS. El segundo anexo propone la división de dos zonas, zonificación sobre la cual "la Comisión está en contra", en línea con España, según dijo Krentzler y confirmó un portavoz. Una, un box exclusivo para Canadá de 7.000 toneladas, pero "dentro de las 200 millas canadienses"; las 27.000 restantes divididas en 10.000 para la UE, 3.000 para Canadá y 7.000 para el resto de socios de la NAFO. Para este año la UE "limitará ulteriores capturas de sus barcos hasta,(x) toneladas" (se forcejea en la cantidad) y se propone una moratoria "hasta que estén en marcha los controles reforzados". Para 1996 y años sucesivos, se consagran respetan las mismas cuotas: todo para Canadá en su box y en el resto, UE, 50%; Canadá, 15% y otros países, 35%.
-ESTAI. Se propone un intercambio de cartas por las que Canadá reconoce que "es de interés público" detener el proceso contra el Estai y su capitán, y que si el juez lo paraliza, "la fianza, la caución y las capturas o su valor serán devueltas al capitán". Esta fórmula fía, pues, al juez canadiense la decisión última, aunque Ottawa alega que ya es suficiente presión para su sistema judicial. España ve una garantía insuficiente.
-LEGISLACIÓN. "Canadá revocará las disposiciones de la regla del tres de marzo de 1995 que aplican la Ley de Protección de las Pesquerías Costeras, que imponen a barcos de España y Portugal algunas estipulaciones del acta y les prohiben pescar el fletán en el área NAFO". La UE considera que un restablecimiento de ese reglamento "puede ser considerado como una violación" de esta agreed minute. Estas propuestas son satisfactorias para ambas partes.
-CONTROLES. Las inspecciones se harán "de manera no discriminatoria" y ningún barco "será hostigado". Las inspecciones "sólo tendrán por objeto verificar el cumplimiento de las reglas de la NAFO". El punto conflictivo es el 2.9.2 de este capítulo: "Cuando esté justificado" el inspector comunitario para los barcos comunitarios y el canadiense para los canadienses, podrá "conminar al barco a dirigirse inmediatamente a un puerto cercano, escogido por el capitán" o a un "puerto de su país", para ser inspeccionado por la autoridad del mismo y en presencia de otro inspector del país de la NAFO que lo desee. Si no va a puerto, su país deberá justificarlo. También se propone la instalación de un sistema de control vía satélite en el 35% de los barcos de cada flota que tenga más de 10 en el área.
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