La alcaldía ordena retirar del mobiliario urbano la propaganda sobre su gestión
Madrid La siembra de mobiliario urbano en el centro de Madrid ha llegado acompañada por una invasión de anuncios municipales que visten los controvertidos 1.572 cachivaches. El mobiliario empapelado ofrece mensajes eufóricos sobre la gestión municipal: "Madrid, cada día mejor. Creando nuevas infraestructuras" (con el pleonasmo -redundancia- creando nuevas). Ahora, la Junta Electoral Central ha -situado fuera de la ley estas campañas por considerar que "no resultan imprescindibles para la salvaguarda del interés público o para el correcto desenvolvimiento de los servicios públicos".Luis María Huete, primer teniente de alcalde, aceptó de buen grado la enmienda de la Junta. "No tenemos ningún inconveniente en retirar esos carteles, aunque ya estaba prevista su desaparición para colocar publicidad de marcas conocidas como el Wonderbra o la Coca-Cola", dice el segundo dirigente del municipio. "Si no se cambian mañana, daremos las órdenes oportunas a la Concejalía de Obras para que procedan", anuncié. Este periódico intentó, sin éxito, dialogar con el titular de la Concejalía, Enrique Villoria, ausente en la tarde de ayer dé su despacho.
Antes de conocerse ayer esta resolución, el presidente regional, Joaquín Leguina, salió al paso de las críticas que se le formulan por promover varias campañas publicitarias sobre sus 12 años de gestión atacando a las que impulsa el Ayuntamiento con los adornos urbanos y la carpa del Plan General en Colón. Leguina se explayó argumentando que era 9egítimo y ético que todas las instituciones, al final de una legislatura y en vísperas de unos comicios, expusieran públicamente lo que han hecho, para que los ciudadanos sepan en qué y cómo se ha empleado su dinero". Después de trascender la prohibición de la Junta fue imposible contactar con Leguina en toda la tarde. Varios de sus consejeros precisaron que, para evitar una identificación con las elecciones, ya se había previsto precipitar el final de las campañas en marcha.
Virgilio Cano dice que dio directamente su campana a Maketa por la urgencia de evitar las elecciones. El consejero de Cooperación de la Comunidad, Virgilio Cano, promotor de la campaña Doce años que cambiaron Madrid, justificó precisamente la adjudicación directa y polémica de esta promoción a la empresa Maketa -donde trabajaron los maridos de sus dos últimas secretarias de confianza- por la urgencia de terminarla antes de que entraran en vigor las limitaciones impuestas por la Junta. Esta campaña ha costado 130 millones y consiste en la edición de 3.000 lujosos libros, 1.800.000 folletos y anuncios publicitarios y glosa por áreas las gestiones más brillantes del Gobierno regional. Los folletos fueron introducidos en buzones de 28 municipios periféricos, fundamentalmente de la zona sur, el pasado fin de semana. La publicidad ya ha sido insertada en varios medios de comunicación y la presentación de los libros concluyó precisamente en la noche de ayer en un acto en Alcobendas al que acudió el consejero.Cano presumió ayer de imaginar en su día lo que iba a pasar dada su experiencia en organizar campañas electorales en otras ocasiones para la Federación Socialista, Madrileña, cuando tuvo constancia de conflictos similares al actual en varias autonomías.
Otra Consejería del Gobierno regional, la de Integración Social, inició hace varias semanas otra campaña de publicidad, en emisoras de radio y televisión, que costó 54 millones y que ofrecía una serie de mensajes sobre los servicios sociales bajo el lema Por el bien de la Comunidad. Esta campaña terminó el pasado 31 de marzo, "precisamente para alejarse lo más posible de la campaña electoral", según admitió un portavoz de la Consejeria.
La Consejería de Hacienda, que prepara una memoria de la gestión de la Comunidad de estos cuatro años, presupuestada en siete millones, cree que la prohibición de la Junta no le afecta. El consejero y portavoz del ejecutivo autonómico, Ramón Espinar, entiende que las instrucciones de la Junta se refieren a vallas y anuncios publicitarios. Esos 15.000 libros de balance se distribuirán gratuitamente Por ayuntamientos, asociaciones de vecinos, de padres de alumnos y otros colectivos sociales en los próximos días.
El grupo parlamentario popular considera que las tres campañas del Gobierno Regional (carpa de la vivienda en Atocha, servicios sociales y Cooperación) son ilegales, según la Junta Electoral Central. "Una campaña de servicio público es, por ejemplo, la de limpieza del Ayuntamiento, pero no las tres que ha puesto en marcha el equipo de Leguina", señaló ayer el diputado popular Manuel Cobo. El PP solicitará mañana en el último pleno de la legislatura, en la Asamblea de Madrid, el cese de esas campañas. Cobo aprovechará para formular cuatro preguntas al consejero de Cooperación, Virgilio Cano, sobre los procedimientos administrativos seguidos para otorgar esas campañas directamente a la empresa Maketa.
Anuncios del PP
El primer teniente de alcalde de Madrid, Luis María Huete cree, sin embargo, que no hay razones para retirar de los medios de comunicación la campaña de limpieza municipal. "Se trata de concienciar a los ciudadanos para que no ensucien Madrid. Es un servicio público necesario".
El grupo municipal socialista, que dirige Juan Barranco, cree lo contrario. "La mejor campaña se hace limpiando la ciudad", dice el edil socialista José María de la Riva. "Y en cualquier caso podrían haberla desarrollado hace año y medio, y no a dos meses de las elecciones por intereses claramente partidistas", explica.
Los socialistas aseguran que al equipo de Álvarez del Manzano no le va a dar tiempo a retirar la propaganda del mobiliario urbano y están estudiando la posibilidad de presentar en los próximos días sendas denuncias ante la Junta Electoral de Madrid contra esas dos campañas de publicidad.
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