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Órgano de consulta de los bancos centrales

Victoria Carvajal

El Instituto Monetario Europeo que sustituye al extinto Comité de gobernadores de los bancos centrales de la UE, nació en enero de 1994. En su gestación, se enfrentaron las posturas de Francia y Alemania. La primera aspiraba a tener una institución de transición hacia, el Banco Central Europeo con poderes de decisión sobre la política monetaria de los Estados miembros, de forma que el todopoderoso Bundesbank (banco central alemán) quedara bajo su paraguas. La segunda se resistía a ceder un ápice de su soberanía sobre los tipos de interés y de cambio, mientras la convergencia no fuera un hecho. El informe de 1989 se inclinaba a favor de Alemania al entender que durante la segunda fase de la Unión Monetaria, la soberanía monetaria quedaba en manos de las autoridades nacionales.Finalmente, el IME se constituyó sin ningún poder ejecutivo sobre las políticas monetarias de los Quince. Con sede en Francfort desde el pasado mes de noviembre, todo lo más el Instituto sirve de órgano de consulta de los bancos centrales sobre la orientación de sus políticas. El IME, presidido por el belga Alexander Lamfalussy y vicepresidido por el español Luis Angel Rojo, está encargado de fortalecer la cooperación entre las autoridades monetarias y la coordinación de sus políticas con vistas a mejorar la convergencia y garantizar la estabilidad de precios. Realiza los trabajos preparatorios necesarios para. el establecimiento del Sistema Europeo de Bancos Centrales, para la aplicación de una política monetaria única y para la creación de una moneda común.

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Para cumplir dichos objetivos, el IME intenta facilitar el uso del ecu y supervisa su desarrollo, vigila el funcionamiento del SME y asume las funciones del FECOM (Fondo Europeo de Compensación Monetaria), mantiene consultas regulares con los bancos centrales e informa al consejo de la UE sobre el progreso hacia la convergencia.

Los bancos centrales han dotado al IME con unos recursos financieros de 615 millones de ecus. El Banco de España tiene una participación del 8,85%.

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