Aznar no admite ni siquiera el debate sobre la legalización de las drogas

El presidente nacional del Partido Popular, José María Aznar, reiteró ayer su total rechazo a cualquier propuesta o debate sobre la legalización de las drogas. "No estoy dispuesto a aceptar vacilaciones que tengan como precio vidas humanas", afirmó en la clausura de la Convención Nacional sobre Drogas de su partido, celebrada en Madrid. El PP quiere que todos los programas de asistencia y rehabilitación, tanto públicos como privados, sean totalmente gratuitos y se integren, como un servicio más, en la red sanitaria.

"Quiero decir con toda claridad cuál es mi posición, por si alguien tiene alguna duda: estoy en contra de cualquier propuesta de legalización de la droga", afirmó tajante Aznar entre los aplausos de las más de 1.500 personas que llenaban ayer uno de los pabellones del recinto ferial de la Casa de Campo madrileña, donde el PP presentó su programa sobre drogas bajo el contundente lima "¡Respuestas!". "Quien quiera que haga una propuesta o abra un camino de duda sobre la posible legalización de la droga, a mí me va a tener siempre en contra", añadió.A la presentación del programa acudieron también el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, el candidato a la comunidad autónoma, Alberto Ruíz Gallardón y los consejeros de salud de las autonomías en las que gobierna el PP.

Legalizar la droga significaría, según Aznar, "abandonar a su suerte tanto a los que han caído en ella como a los que puedan caer, en aras de preservar hipotéticamente al resto de la sociedad de una manera cobarde e injusta". "Esto no es un modelo de solidaridad ni de progresismo", precisó.

El plan nacional

Aznar eludió las menciones directas al partido socialista, pero criticó duramente "la inestabilidad y el rosario de propuestas y contrapropuestas" del Plan Nacional sobre Drogas. El líder del PP se comprometió a elaborar una ley marco que unifique y coordine todas las actuaciones educativas, sanitarias, jurídicas y policiales de la Administración: "Hay que tener una voz única, un instrumento único y una autoridad única para conseguir esa coordinación". Tras aludir a Felipe González para criticar la rebaja de los presupuestos del Plan Nacional, añadió: "No se puede decir que uno se compromete seriamente en este tema y a los tres días rebajar su presupuesto".

El PP pretende que todas las redes de rehabilitación y asistencia al toxicómano se integren en la red nacional de salud y de servicios sociales, mediante conciertos y la financiación pública de los centros privados "que hayan demostrado su solvencia", según explicó en su intervención el presidente de la Comisión Nacional de Drogas del partido, Gonzalo Robles. "El drogodependiente es un enfermo con los mismos derechos que cualquier otro enfermo frente al Sistema Nacional de Salud: una oferta terapéutica gratuita, universal, variada e iguafltaria". El sistema, según Robles, tiene capacidad suficiente de financiación, puesto que "lo que necesitan la mayoría de toxicómanos son centros de día y de atención ambulatoria, no de ingreso, y éstos son más baratos". Robles anunció que el PP no se opone a los programas de mantenimiento con metadona "porque hay que tener en cuenta la realidad social".

Aznar reiteró también su propuesta de que los narcotraficantes, a los que llamó asesinos, cumplan íntegramente sus penas y se comprometió a clausurar todos los locales que "vendan o toleren el consumo de alcohol y drogas a menores". El PP creará una Brigada de Policía Especial para la investigación y la persecución del blanqueo de capitales e impulsará todas las reformas legales necesarias, porque "la legislación actual está desfasada, según ha demostrado el caso Nécora", dijo Robles, tras afirmar que el drogadicto es un enfermo, aunque delincan, y prometer que el PP creará más programas de rehabilitación tanto dentro como fuera de las cárceles.

A la convención acudieron personajes populares como la deportista Sandra Myers o la cupletista Olga Ramos.