Se partió la camisa
El gesto fue tal vez un poco exagerado, aunque no tanto si se tienen en cuenta las circunstancias. José Soto se rasgó o, más bien, se desabotonó literalmente su blanca camisa, al finalizar su balada A mi Ray, un tema sentido dedicado al desaparecido músico flamenco madrileño, que se incluía en su penúltimo álbum en solitario, Motivos. Pero el motivo de la comparecencia de Sorderita en la sala Universal Sur, no muy Éolgada de público, era la presentación de su nuevo trabajo.Para la ocasión, el joven jerezano de 33 años se vino con un conjunto numeroso en el que aparecen nombres importantes del flamenco y del pop que supieron arroparlo profesionalmente. Gracias a ellas y a ellos, José Soto realizó una exhibición satisfactoria 'de su gran capacidad comunicativa y animadora, que ha contrarrestado el inconveniente de una voz que no se puede considerar ciertamente poderosa.
Presentación de 'Mi secreto pirata'
Pepe Montoyita, guitarra flamenca; Jesús Arispont, bajo eléctrico; Nono Carmona y Morito, percusión; Chaboli, teclados; V. Álvarez, saxo; Ángel, batería; Luisi, Irene y Tacha, coro y palmas; Vicente Soto y Pepe Habichuela, artistas invitados, Sala Universal Sur, Leganés, 31 de marzo.
Una voz que sonó esta vez con fuerza y nervio y con más gancho del que ha quedado grabado, en el reciente disco. Se aprecia un regreso saludable a las fuentes del flamenco más tradicionales.
Intensa carrera
José Soto acabó su actuación con dos bises arrancados con justicia. Había comenzado en un tono de frialdad que fue superando a base de tesón y entrega, hasta convertirlo en atmósfera calurosa, a pesar de la ausencia de masas; pero, entre la fiel concurrencia, un Paco de Lucía siempre atento y afectuoso con los jóvenes talentos. Y sin duda que Sorderita lo es, como lo demostró y lo ha demostrado a lo largo de su intensa carrera de letrista, compositor e intérprete. Una carrera no desprovista de grandes obstáculos, e incluso de travesía del desierto, como la iniciada hace tres años con su baja del grupo Ketama.
La guitarra de Pepe Habichuela -siempre un lujo- contribuyó a enriquecer el concierto a pecho descubierto de José Soto, que consolida su camino en solitario, para el que se abren hermosas perspectivas.
Babelia
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