Amnistía Internacional asegura que Burundi está al borde de "otra horrible carnicería"

Una delegación de Amnistía Internacional que ha viajado por Burundi durante 10 días asegura que se tortura a prisioneros y a familiares de víctimas de nuevos asesinatos masivos, y que vieron incendios de casas, ataques con granadas y tiroteos. En su opinión, "el país está al borde de otro ciclo de horrible carnicería. Miles han muerto ya este año, y el balance mortal crece cada día".

La organización humanitaria urge a las autoridades militares a que tomen medidas inmediatas para evitar el asesinato de civiles desarmados por miembros del Ejército, dominado por la minoría tutsi, así como la acción de bandas armadas tutsis y hutus. En los últimos días, centenares de inocentes han muerto a tiros o machetazos, o han desaparecido tras ser detenidos y embarcados en camiones militares, según han dicho diversas fuentes a AI.

Entretanto, más de 300 occidentales abandonaron ayer el país mientras éste se hundía un poco más en la violencia étnica.

La evacuación se produjo en un avión de la compañía belga Sabena, el mismo en el que había llegado el comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, José Ayala Lasso, para una visita de dos días.

Kathleen Krueger, la esposa del embajador de EE UU, que está embarazada, dijo que estaba contenta de poder salir de Bujumbura mientras el fuego estaba aún lejos. Tres belgas, incluidas una mujer, esposa de un español, y su hija, fueron asesinados hace 10 días.