Incremento del gasto y de los altos cargos

Manuel Fraga ganó las elecciones gallegas de 1989 con un mensaje regeneracionista, en ciertos aspectos similar al que enarbola hoy Aznar. Fraga prometía austeridad y eficacia en la Administración. Una de sus primeras medidas en la Xunta fue suprimir 111 unidades administrativas.

Un lustro después, el PSOE apunta que, según indican los Presupuestos, el número de altos cargos ha aumentado, de 79 a 237, incluidos los delegados provinciales de las consejerías, que antes tenían rango administrativo inferior. La propuesta de Aznar de reservar a los funcionarios las subsecretarías de los ministerios -equivalente a las secretarías generales en la Xunta- y las direcciones generales nunca se ha aplicado en Galicia.

Además, el Gobierno de Fraga ha actuado con enorme discrecionalidad para repartir las jefaturas inferiores entre los funcionarios. Cerca de 1.000 cargos administrativos -incluidos algunos conserjes, chóferes y secretarias- se han nombrado a dedo. Entre los funcionarios ascendidos por este método figuran familiares de dirigentes del PP. Tampoco ha disminuido el número de asesores de confianza: la Consejería de Política Territorial dispone de siete con sueldo fijo.

Desde la Xunta, el PP ha creado cerca de una treintena de sociedades públicas y fundaciones. Los miembros de sus consejos de administración son por lo general altos cargos del Ejecutivo, que engordan su sueldo con las dietas por asistencia a las reuniones de estos organismos. Por ejemplo, la sociedad de promoción turística Turgalicia tiene 17 directivos y 28 empleados.

En los cinco últimos años, los presupuestos de la comunidad se han multiplicado casi por dos, aun descontando el gasto de la sanidad pública, transferida a Galicia después del triunfo electoral del PP. Si bien es cierto que han aumentado los ingresos procedentes del Estado y que se han recibido otras transferencias menores, parte del crecimiento se ha financiado recurriendo a la deuda. Ya en el primer año de mandato del PP, el endeudamiento autorizado pasó de 26.000 a 45.500 millones de pesetas. La tendencia se ha moderado en los dos últimos años.

Fraga sólo interviene en el Parlamento en sesiones solemnes, como los debates sobre el estado de la autonomía. Las interpelaciones de la oposición dirigidas al presidente son contestadas por otros miembros del Gobierno. Sólo una vez en cinco años accedió el PP a crear una comisión de investigación reclamada por la oposición. En las demás ocasiones usó su amplia mayoría -43 diputados frente a 19 del PSOE y 13 del Bloque Nacionalista Galego- y rechazó las propuestas.

La Xunta designa al director general de la televisión autonómica sin proponer al consejo de administración terna alguna, como reclama Aznar para TVE.