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Reportaje:

El yugo invertido

La dictadura del general Franco supuso un punto de inflexión en la centenaria historia de la segunda enseñanza. Un aspecto emblemático fue la postura, inspiradapor la Iglesia católica, radicalmente contraria a Ia coeducación. La convivencia escolar de chicos y chicas, que se había iniciado en los años veinte y fue potenciada por la República, se acabó con el régimen franquista. Se restableció en 1984. En realidad, el Cisneros empezó a ser mixto a partir de ese año. El San Isidro había matriculado alumnas mucho antes. Entre ellas, Fabiola de Mora y Aragón que llegaría a ser reina de Bélgica, y su hermana María Luz.Pero no sólo se acabó la coeducación; la red de institutos, que había sido ampliada por la República, se vio mermada por un cierre masivo decretado por el primer, Gobierno del general.De esa etapa el Cardenal Cisneros, guarda una curiosa anécdota. La cuenta su actual director, Isidro Fadón: "Al término de la Guerra Civil había en este instituto un profesor de dibuo que fue inhabilitado por ser republicano. Unos mandos del Movimiento le sugirieron que si pintaba un cuadro de Franco podría volver a dar clases. Resigindo, el profesor, J. Ordóñe Valdés, dibujó en 1941 el retrato, que fue colgado en el aula magna, y así pudo volver a la docencia. El cuadro permaneció allí hasta la llegada, de la democracia, pero nunca nadie advirtió que aquel profesor había dejado imresa sobre el lienzo su rebeldía: invirtió el escudo con el yugo y las flechas que el general lucía en el uniforme militar a la altura del corazón". El retrato permanece confinado simbólicamente a cadena perpetua en la buhardilla del instituto.

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