Vigo, capital europea de la pesca
Medio millón de personas dependen de una u otra forma de la actividad portuaria de la ciudad gallega
Vigo surgió del mar y la ciudad, como pregona el más afortunado de sus eslóganes, sabe a mar. Toda la vida económica gira en tomo al puerto, respira por sus tinglados. El medio millón de personas que viven en la ciudad y en su área de influencia dependen de un modo u otro de la actividad portuaria, que ocupa, en particular, el primer puesto de Europa en tráfico pesquero.Por el corredor marítimo de Finisterre navega todo el tráfico que promueven y convocan los puertos del norte de Europa hacia / desde los mares suratlánticos. La posición de Vigo en este corredor, por el que transitan unos 50.000 barcos al año, se resuelve excelente. Buques de todo tipo pueden fondear y atracar en sus muelles gracias. a las condiciones naturales de la ría, con calados medios que oscilan entre los 15 y los 30 metros. Su ámbito de influencia también se extiende de modo notorio al norte de Portugal y a la meseta castellana, en este caso a pesar de lo lastimoso . de las comunicaciones terrestres.
. Aunque la última década ha registrado un considerable incremento del tráfico de buques mercantes, la pesca continúa marcando la actividad portuaria fundamental. La Cooperativa de Armadores de Vigo agrupa a 292 empresas, que dan empleo en la mar, en 428 barcos, a unos 8.500 pescadores. Cuenta aparte hace la multinacional Pescanova, con una flota de 107 barcos repartidos por todos los mares del mundo y que da empleo directo a 3,600 personas, en su mayor parte gallegos. Vigo ocupa a la mayor parte de la población activa en pesca de toda Galicia, que asciende a 32.986 personas, a las que hay que sumar unas 160.000 inducidas en tierra.
A esta industria pescadora hay que añadir la conservera, que se liga también a Vigo como un apellido más, aunque, en este caso, se extiende por otras muchas poblaciones de la provincia de Pontevedra. En este sector conservero se emplean en tomo a 2.000 trabajadores directos, que generan aproximadamente unos 10.000 puestos indirectos.
Los desembarcos en toda Galicia suman alrededor de 500.000 toneladas entre congelado y fresco, siendo más de la mitad de buques de altura (congeladores), que operan en Vigo. Los desembarcos de fresco tienen su base en Marín. Suponen más de la mitad del total español. El valor total de la pesca desembarcada asciende a 150.000 millones de pesetas de precio en lonja.
El berbés fue el germen de este sector extractivo. En sus muelles descargaban siempre los barcos que se dedicaban a la pesca fresca. El año pasado fueron 91.500 toneladas, que alcanzaron en lonja un valor próximo a los 20.600 millones de pesetas. Los compradores, exportadores de estas mareas las distribuyeron por todo el territorio nacional y también por Italia, Portugal y Francia.
En 1960 se construyó en Vigo el Primer buque congelador de España. El desarrollo de esta actividad la materializan hoy 107 barcos que faenan en mares de Europa, Africa y América. El año pasado descargaron 309.000 toneladas de pesca congelada. Con una capacidad frigorífica superior a los 400.000 metros cúbicos, esta zona de servicios del puerto sitúa a Vigo en los primeros lugares del panorama portuario mundial. La suma de ambas remesas, la pesca congelada y la fresca, definen el Puerto de Vigo como la auténtica capital europea de la pesca.
La crisis de Namibia obligó al desguace o a la venta de 45 congeladores y el fletán prometió actividad para otro 6uen número de ellos. En la actualidad, la flota congeladora gallega está compuesta por 110 unidades, de las que 19 se hallan pendientes de paralización definitiva; otras 10 serán desguazadas o exportadas. Al fletán se dedican 38 congeladores que adaptaron sus aparejos, y ésta es una de las razones que aducen los armadores en defensa de sus intereses, pero no la única.
La flota fletanera emplea a 1.200 tripulantes e induce 7.500 empleos en tierra. Hasta ahora venía capturando unas 40.000 toneladas anuales, lo que le permitía facturar 8.300 millones de pesetas al año. Además, las industrias de transformación han facturado gracias al fletán negro 10.000 millones de pesetas anuales y las frigoríficas, de reparación y complementarias, otros 800 millones. Todas esas cantidades están en severo riesgo de naufragio.
Conectado al puerto, floreció históricamente el sector de la construcción naval, en grave crisis desde la reconversión promovida en la década pasada. Esta situación, junto a la crisis de las flotas por la imposición de sucesivas fronteras en el mar, son las que están generando las mayores tensiones socio-económicas de los últimos años.
El tráfico de mercancía general diversa fue en 1993 de 1.680.986 toneladas. El año pasado este movimiento pudo alcanzar los dos millones de toneladas. El granito y el automóvil y sus componentes -siempre en torno a Citroën- son los otros dos sectores directamente vinculados al puerto y ejes centrales de la economía de Vigo y sus alrededores.
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