Nueve 'cascos azules' franceses mueren al despeñarse su vehículo en Sarajevo
Nueve cascos azules franceses resultaron muertos ayer y cuatro más heridos en un accidente cerca de Sarajevo. El vehículo todo terreno de los soldados de la ONU se deslizó por una pendiente helada en el monte Igman, que domina la capital bosnia, y se despeñó por un barranco de 50 metros. El ministro francés de Defensa, François Léotard, voló ayer por la tarde a Sarajevo para asistir a las exequias de los soldados. Es el peor accidente desde que las tropas de Naciones Unidas llegaron a Bosnia en 1992.La capital bosnia, que ayer abandonó con las manos vacías el máximo representante de la ONU, Yasushi Akashi, después de dos días de infructuosas conversaciones con los líderes de los bandos en guerra, se está cobrando decenas de vidas en las ultimas jornadas. Akashi dijo que 1a situación es seria, incluso, crítica".
El plenipotenciario de Naciones Unidas señaló que serbobosnios y musulmanes, a los que ni siquiera ha conseguido reunir frente a frente, "se acusan mutuamente de mala fe". El Gobierno bosnio ha hecho saber al diplomático japonés que no prolongará a partir de mayo la relativa tregua en vigor si los serbios de Radovan Karadzic no aceptan antes la última versión del plan de paz de las potencias. Las carreteras que enlazan Sarajevo con el exterior fueron cerradas por los serbios el domingo en represalia por la muerte de dos niñas por disparos de soldados bosnios.
La OTAN y Bosnia
La OTAN analizará hoy en Bruselas por vez primera planes detallados, que ocupan cientos de folios, para una eventual retirada de Bosnia de los cascos azules. La operación sería la de mayor envergadura emprendida por la Alianza Atlántica y requeriría decenas de miles de soldados y centenares de barcos y aviones.
Akashi verá este fin de semana a los jefes de la otra facción rebelde serbia, la que ocupa en Croacia el territorio de la Krajina. Tras la reciente marcha atrás del presidente Tudjman en su decisión de expulsar por inoperantes, a partir de abril, a los 14.000 cascos azules en Croacia, el futuro de una permanencia restringida de las tropas de Naciones Unidas depende de que los insurrectos serbios acepten su nueva tarea.
En vez de interponerse como hasta ahora entre croatas y serbios rebeldes, Zagreb ha obtenido de Washington la promesa de que una parte de los que queden vigilará las fronteras de Croacia con Bosnia y Serbia. Este redespliegue acabaría teóricamente con la ayuda militar de los serbo-croatas por parte de sus correligionarios bosnios y de Belgrado.
Estados Unidos, que cooperará con un grupo de expertos militares en comunicaciones en la retirada parcial de los cascos azules de Croacia, ha sugerido que a las Fuerzas de Protección de Naciones Unidas en este país se les quite en adelante lo de protección, cosa que irrita a los croatas.
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